El Estado turco invasor continúa sus ataques contra el norte y el este de Siria y ataca a los niños junto a los civiles. Numerosos niños cayeron como mártires, cientos de ellos resultaron heridos y otros tantos perdieron partes de sus cuerpos como resultado de estos ataques.
Hace unos días, los drones turcos bombardearon un vehículo en el barrio de Sinaa, en la ciudad de Qamishlo. Los niños Ehmed Ali Hisen y Aheng Ekrem Hisen fallecieron, mientras que Mihemed Salih (12), Miran Selah (10), Aylan Selah (5) y Bilind Mihemed Şemsedin (16) resultaron heridos.
Derechos humanos internacionales y violación de los derechos de los niños
Evin Cuma, miembro de la Asociación de Derechos Humanos de la Región de Cizire, habló con ANHA sobre las violaciones de los derechos de los niños.
Cuma dijo que el Estado turco invasor violó los derechos humanos en el norte y el este de Siria, específicamente en las regiones ocupadas como Afrin, Serêkaniyê y Girê Spî, y se cometieron crímenes brutales contra menores.
"La violencia contra los niños es una violación de los derechos internacionales de la infancia que protegen a los niños en tiempos de guerra", dijo.
La Declaración de Ginebra de los Derechos del Niño de 1924 y los artículos 23 y 24 de la Declaración de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, anunciada el 20 de noviembre de 1954, muestran que se da especial importancia a la protección de los niños.
Cuma señaló que el Estado turco invasor y los grupos criminales de la oposición violaron los acuerdos de alto el fuego e hicieron daño a los civiles, especialmente a los niños. "Vimos una violación similar en Kobanê hace un tiempo. Muchos niños resultaron heridos y uno de ellos perdió la pierna. También hubo ataques similares en los pueblos de Zirgan y Til Temir".
Los niños son el objetivo directo
Cuma señaló el ataque turco con drones contra el barrio de Sina, en Qamishlo, que se saldó con el martirio de tres personas, entre ellas dos niños (Ehmed Ali Hisên y Aheng Ekrem Hisên). "Los niños son un objetivo directo en el norte y el este de Siria. Vimos que dos niños fueron martirizados como resultado de un ataque en el barrio de Sina hace dos días", dijo.
13 niños resultaron heridos y otros 2 fueron martirizados como consecuencia de la ocupación turca y los ataques de sus mercenarios en los meses de junio, julio y agosto.
La invasión y el ataque a los civiles es un crimen de guerra
Cuma instó a las organizaciones internacionales y a los Estados garantes de la región a cerrar el espacio aéreo del norte y el este de Siria a los aviones turcos. "El Estado turco amenaza la vida de los civiles, apunta a los centros militares, administrativos y sanitarios sin discriminación".
Cuma pidió el fin de la ocupación turca en el norte y el este de Siria: "Las personas desplazadas por los ataques de la invasión están sufriendo". El 7 de julio se produjo un incendio en una tienda de campaña del campo de refugiados de Washokani, donde se alojan los refugiados sirios. Dos niños de una familia perdieron la vida. Estos refugiados están en una situación muy difícil debido a la ocupación de sus tierras".
Cuma subrayó que atacar a los civiles es un crimen de guerra y el objetivo es cambiar la estructura demográfica de la región.
Tras la ocupación turca, numerosas familias se vieron obligadas a abandonar sus regiones e instalarse en campos de refugiados. Según los últimos datos de la Asociación de Derechos Humanos de la Región de Cizire, hay 26.266 niños en los campos de Washokani, Newroz, Serêkaniyê y Erişê.
Los tribunales internaciones deben procesar a Turquía
Cuma señaló que la Asociación de Derechos Humanos de la Región de Cizire presentó informes a organizaciones jurídicas internacionales, incluida la Misión de Investigación de la OPAQ en Siria, que documenta las violaciones contra la población civil, y participó en un comité especial para documentar las violaciones contra los niños. La Asociación de Derechos Humanos de la Región de Cizire también preparó informes anuales sobre las violaciones contra los niños en el norte y el este de Siria y los presentó a las partes pertinentes. La Asociación presentó casos individuales ante los tribunales internacionales en relación con las violaciones contra los niños.
Cuma pidió que el Estado turco invasor rindiera cuentas, y añadió que había que presionar a la comunidad internacional para que pusiera fin a los permanentes ataques contra la región.