Cientos de miles de personas de Afrin se vieron obligadas a abandonar sus hogares y sus tierras para emigrar a la región de Shehba en marzo pasado luego de que el estado turco y sus bandas aliadas invadieran Afrin. Algunas familias regresaron más tarde para que los mercenarios no confiscaran sus tierras y sus hogares, pero se vieron obligados una vez más a dejar Afrin debido al saqueo, robo, secuestro y tortura cometidos por el estado turco y sus bandas aliadas.
La familia de H.M. es una de las familias que regresaron a Afrin desde Shehba, y hablaron sobre la opresión y la tortura que presenciaron, a la ANF. H.M. dijo que había rumores de que Afrin no era peligrosa después de la invasión y que ellos lo creyeron y regresaron, pero vieron, a su regreso, que Afrin se había vuelto un infierno.
"Afrin esta a merced de los lobos"
H.M. ayudó a la gente a abandonar sus hogares y emigrar a Shehba después de que Afrin fuera invadida y agregó que se quedaron en Shehba durante 2 meses: "Al principio nos dijeron que no estaba ocurriendo nada en Afrin. Así que volvimos. Pero cuando lo hicimos, vimos que las cosas no eran como nos habían dicho. Afrin es hermosa, pero ahora la ciudad está a merced de los lobos. Han convertido a Afrin en el infierno".
H.M. dijo que hay una gran cantidad de espías e informantes en Afrin: "Uno nunca puede decir quién golpeó a quién. El enemigo no tiene conciencia. Ellos entran a las casas, roban. Capturan a personas inocentes. Se disparan incluso entre ellos mismos. Todas las noches van a las casas y se llevan a la gente. Todas las noches hay al menos 5 a 10 personas secuestradas. Tratamos de hacerlo funcionar, pero en algún momento dijimos de qué sirve una casa, o cualquier propiedad, cuando temes por tu vida, y nos fuimos".
"Se cubren el rostro y entran en los hogares"
H.M. dijo que la familia se quedó sola durante 15 días después de regresar a Afrin y agregó: "Esperan 2 o 3 semanas, luego hombres enmascarados atacan las casas. Después de eso, comienza. Vienen cada 15 días. Lo que nos dijeron y lo que vimos fue muy diferente. Estuvimos mejor en Shehba. Quemaron todo alrededor de Afrin. Están quemando olivos. Toman la cosecha de la gente y se la comparten entre ellos. Cuando las personas van y demandan sus casas, se las niegan. Le dicen a la gente que 'presente una queja'. ¿De quién nos vamos a quejar? A los turcos? a las bandas mercenarias? No tenemos opciones".
"Tuvimos que huir de los mercenarios por segunda vez"
La esposa de H.M., K.H. dijo que volvieron a Afrin para proteger su hogar contra las bandas: "Primero salimos de Afrin debido a los aviones. No teníamos coche, fuimos a Sheba a pie. Nos dijeron que volviéramos porque nuestras casas estaban siendo saqueadas, así que lo hicimos. Pero cuando llegamos, vimos que Afrin estaba en muy mal estado. Tuvimos que dejar nuestras tierras a los mercenarios nuevamente y salir. Caminamos a Shehba de nuevo, porque no tenemos auto. Nuestros hijos en las carreteras, se enfermaron. Afrin es nuestro viejo Afrin, pero está sufriendo a manos de las pandillas y del estado turco. Se llevan a la gente, se llevan a las mujeres, se llevan a los ancianos. Pero en su mayor parte, se llevan a los jóvenes".
"Secuestran a los niños y los retienen hasta obtener un rescate"
K.H. dijo que las bandas secuestran incluso a niños pequeños para retenerlos, y que se desconoce lo que le hacen si no se paga el rescate: "Las mujeres siempre están dentro de las casas, cuando salen no pueden quedarse mucho tiempo mas de media hora. Ellas tienen miedo. Los niños están siendo secuestrados. Intentaron secuestrar a mi hijo dos veces. Mi hijo se escapó y entró a la casa, así se salvó. Tomaron 5 o 6 niños aquí. Secuestran a los niños y los retiene por un rescate. No sabemos qué sucede si el rescate no se paga. No sabemos si los matan o los llevan a otro lado. Pero los niños no vuelven. Hay bandas por todos lados. Hay muchos que vinieron de Ghouta. Las bandas se disparan entre sí. Dos grupos se tirotearon en el salón de bodas en Afrin".
"Los niños no pueden olvidar el miedo"
El hijo de la familia, R.H., no puede olvidar el temor causado por lo que presenció en Afrin. R.H. dijo que los mercenarios intentaron secuestrarlo dos veces: "Hay tantas bandas en Afrin. Están constantemente disparando. Estábamos muy asustados. Intentaron secuestrarme dos veces, pero escapé y me salvé.
No podiamos jugar en la calle. Cuando comenzaron a disparar entramos a nuestras casas. Teníamos miedo de ser golpeados. Queremos ir a Afrin, pero hay mercenarios allí. Tememos a las bandas. Dispararon bombas, cuando dispararon con obuses, los morteros cayeron a nuestro alrededor. Cuando los aviones atacaban, solía ir a una esquina de la casa y taparme los oídos para detener mi miedo. Ahora estamos en Shehba, estamos a gusto. Estoy a gusto aquí", finalizó el niño.