Miles de personas presentaron sus últimos respetos al revolucionario yazidi Merwan Bedel, que fue asesinado por un ataque con drones turcos en la ciudad de Shengal (Sinjar) en Khanasor, en el sur de Kurdistán (norte de Irak). El cuerpo fue trasladado del hospital a la casa de su familia en Khanasor y de allí al cementerio de los mártires de Şehîd Dilgeş û Berxwedan.
Al funeral asistieron las Unidades de Resistencia de Shengal (YBŞ) y las Unidades de Mujeres de Shengal (YJŞ), representantes de la Administración Autónoma, el Movimiento por la Libertad de las Mujeres Yazidi (TAJÊ), la Unión de Jóvenes Yazidi, el Partido de la Libertad y la Democracia Yazidi (PADÊ), las Fuerzas de Seguridad Yazidi ( Êzîdxan Asayish), así como notables y líderes religiosos.
El comandante de YBŞ, Tirêj Şengalî, rindió homenaje a la incansable lucha de Merwan Bedel por la comunidad yazidi y la defensa de Shengal, declarando: "Su muerte demuestra una vez más que el pueblo yazidi no tiene más remedio que organizarse y defenderse".
Después de más discursos, Bedel fue sepultado con el lema “Şehîd namirin” [Los mártires son inmortales].
Después del funeral, donde prevaleció la ira y el duelo, la multitud organizó una marcha exigiendo venganza y protestando contra el estado turco. La gente corrió a una base iraquí en la aldea de Sinûn gritando consignas y acusando al gobierno de Khadimi de colaborar con el estado turco.
Rîham Hesen, quien junto con Merwan Bedel formó el liderazgo dual del Comité Ejecutivo en el Consejo Autónomo Democrático de Shengal, pronunció un discurso enojada: "¿Qué está haciendo el gobierno iraquí aquí si no es capaz de proteger a la población yazidi del terrorismo? Aquellos que guardan silencio hoy sobre este asesinato se hacen cómplices. El gobierno iraquí es un aliado de Turquía. Nunca abandonaremos nuestra resistencia. Pase lo que pase, el pueblo Yazidi no será destruido".
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