Duran Kalkan, miembro del Consejo Ejecutivo de la KCK, habló de la represión en Turquía.

La situación en Turquía es muy grave en estos momentos. Hay mucha represión y se está librando una guerra contra la sociedad. ¿Cómo valora la situación en Turquía? ¿Qué puede decirnos de la imagen propagada por los medios de comunicación estatales turcos?

No hace falta enumerar la represión en Turquía y en el Kurdistán del Norte. Cuando miras los periódicos o la televisión, casi se te oscurece el alma. Es como una pesadilla. Se hacen cosas que nunca deberían ocurrir, que nunca deberían hacerse. Es como llevar una camisa de fuerza. Me pregunto en qué estado mental está la gente que ve esas televisiones, en qué clase de locura se encuentran. Porque siempre informan de estas noticias y esto está ocurriendo. Esto está sucediendo, y es una situación clara. A medida que la lucha de la guerrilla, la lucha del pueblo crece y se desarrolla, la administración de Tayyip Erdoğan, el fascismo del AKP-MHP se derrumba, se pudre, tiembla, puede caer en cualquier momento. Nada puede salvarlo. Se aferra a más maldad, se comercializa más a sí mismo, comercializa las oportunidades de Turquía.

Participa en más conspiraciones y provocaciones. Convierte a la gente en parásitos. El propio Erdogan fue un parásito en el caso de Gaza. Sigue negociando en la OTAN. Siguen con el chantaje sueco para conseguir más poder, para conseguir más apoyo, para movilizar a más gente para ir a la guerra contra los kurdos, contra el PKK, para hacerlos socios en esta guerra genocida. Están reteniendo a gente, matándola, ejerciendo todo tipo de presiones. Se ha llegado a tal punto que ni siquiera está claro quién está haciendo qué y qué van a hacer. No hay ley, no hay ley en absoluto. Hemos visto cómo el llamado Estado, las llamadas instituciones del Estado se enfrentan entre sí. Podemos ver la lucha entre el Tribunal Constitucional y el Tribunal Supremo. El Tribunal Supremo de Casación es como un "rompe cabezas". Existe tal realidad. Rêber Apo dijo que "no hay política en Turquía". Es el mecanismo del golpe de Estado que funciona ahora en la dictadura fascista. Cada día la política continúa con golpes, provocaciones, opresión fascista, terror y persecución. Detienen a la gente y la meten en las cárceles. La presión y la tortura allí están a un nivel extremo. Dictan sentencias en vano. No les dejan ir ni siquiera cuando las sentencias han terminado.

Hay una arbitrariedad total, hay una dictadura. Se hace todo lo posible para mantener a Tayyip Erdoğan en el poder. Ahora, en este marco, a medida que crece esa lucha, se sacude desde sus cimientos. También aumentan la presión y la violencia. La anarquía se desarrolla a un nivel muy avanzado. Últimamente hemos asistido a un número creciente de detenciones. Y parece que seguirá aumentando. Porque nos esperan otras elecciones. Para ganarlas, aplicarán todo tipo de presiones, terror y persecución. Es la única manera de que este gobierno sobreviva, gane, pretenda ganar elecciones y llegue al poder. Todas estas elecciones son una máscara para el poder. Gana elecciones con esta opresión. Hay que oponerse bien a esta realidad.

Puedo decir esto a nuestro pueblo, a los patriotas, a las mujeres, a los jóvenes, a los trabajadores políticos, al pueblo de Turquía, a los pueblos, a las fuerzas democráticas revolucionarias, a nuestros amigos y aliados internacionales en Turquía, al pueblo democrático patriótico de Turquía, a las mujeres, a los jóvenes, a los trabajadores, a los pensionistas. Todo esto es una cuestión de lucha. Sí, hay mucha opresión y persecución, pero ¿por qué ocurre esto?

Hay una red de intereses que explota y destruye todo, y es antikurda. Por ello, ha convertido a Turquía en un infierno. También está siendo sacudida hasta sus cimientos. Se derrumbará, quiere su poder a través de la guerra. Lucha contra los kurdos. Apoya la guerra en Ucrania, ha comenzado la guerra en Gaza. Se alimenta de la guerra por todos lados. Ataca Rojava, el norte de Siria, ataca el Kurdistán del Sur. Impone todo tipo de terror represivo fascista en casa. Así es como sobrevive.

El fascismo será aplastado si libramos una lucha más grande, si estamos más organizados, si emprendemos juntos una lucha colectiva. Tenemos que ver esto, tenemos que creerlo. Tenemos que convertirnos en esa fuerza de lucha. Necesitamos unirnos más, comprender mejor, es decir, ser más combativos, ser solidarios. Tenemos que ser más solidarios con los detenidos. Tenemos que ayudar más a las familias de los detenidos. El pueblo kurdo, las mujeres, los jóvenes, los patriotas del Kurdistán deben desarrollar definitivamente esa solidaridad social. Nadie debe sentirse solo ni verse débil.

Debe haber una unidad total contra el fascismo. La solidaridad social debe alcanzar este nivel. Debe ser así en toda Turquía. Todos los oprimidos de la sociedad turca deben desarrollar definitivamente tal solidaridad, unidad y lucha común sobre la base del objetivo de derrocar al fascismo. Si somos así, podremos hacer frente a todo tipo de ataques, nos mantendremos firmes, seremos una fuerza de lucha. Si nos unimos más en la lucha, si luchamos eficazmente con nuevos métodos, derrocaremos definitivamente el fascismo y liberaremos Turquía y el Kurdistán democrático.

Destruyendo el sistema de tortura, aislamiento y genocidio de Imrali, aseguraremos la libertad física de Rêber Apo. Estos objetivos no son irrealizables. Alcanzar estos objetivos está cada vez más cerca. El fascismo se derrumbará sobre un terreno inestable. Es necesario desarrollar una resistencia que lo derrumbe de la manera más fuerte. Nuestro llamamiento se basa en esto. Saludo de todo corazón a todos los que luchan sobre esta base y les deseo un gran éxito.