Asaad Hasanpour, un kolbar de 25 años de Saqqez, provincia de Kurdistán, que fue herido por guardias fronterizos iraníes en la zona fronteriza de Hangeh-ye Zhal en Baneh, provincia de Kurdistán, la noche del 21 de noviembre, murió hoy en el hospital debido a a la gravedad de sus heridas, informó la Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN).
Hasanpour, que recibió un disparo en el estómago a quemarropa y sin previo aviso, murió en el hospital Salahuddin Ayoubi de Baneh, según la KHRN.
La zona fronteriza de Hangeh-ye Zhal en Baneh y las zonas fronterizas de Nowsod en la provincia de Kermanshah han sido las zonas con el mayor número de kolbares asesinados en los últimos meses.
Según las estadísticas compiladas por la KHRN, entre el 21 de octubre y el 21 de noviembre, dos kolbars fueron asesinados a tiros por las fuerzas fronterizas iraníes en Baneh, y dos perdieron la vida debido a congelación y caídas desde alturas en las rutas de kolbar.
Además, durante este período, al menos 75 kolbars, incluidos seis niños, resultaron heridos por disparos o agresiones físicas por parte de las fuerzas militares iraníes en las zonas fronterizas de las provincias de Azerbaiyán Occidental, Kurdistán y Kermanshah.
Otros dos kolbars resultaron heridos debido a explosiones de minas terrestres en las rutas en Baneh y Marivan en la provincia de Kurdistán.
Los kolbars y kasibkars son atacados sistemáticamente por las fuerzas de seguridad iraníes y turcas. Cada año, decenas de ellos son asesinados sin que se tomen medidas punitivas. Además de los ataques sistemáticos, los kolbars luchan por ganarse la vida en condiciones climáticas adversas, ubicaciones geográficas peligrosas y minas.
Kolber o "kolbar" se deriva de las palabras kurdas "kol" y "bar". Kol significa "atrás", bar significa "cargar". Los kolbars se ganan la vida transportando mercancías a sus espaldas a través de fronteras peligrosas. Entre los bienes que transportan se incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, mantas, artículos para el hogar, té y, raramente, bebidas alcohólicas. Tienen que pasar por carreteras peligrosas entre el Kurdistán del Sur y el Kurdistán del Este. Los bienes traídos se venden a precios relativamente altos en centros comerciales como Teherán. Sin embargo, los kolbars que transportan mercancías a costa de sus vidas reciben un salario muy pequeño.
Kasibkar se refiere a aquellas personas que reciben los bienes que los kolbars llevan al Kurdistán del Sur y encuentran compradores en las ciudades.