El organizador del festival, la Plataforma por Afrin, anunció que las autoridades alemanas no permitieron el festival programado para el 8 de septiembre en Dinslaken.
La plataforma, que incluye a las cuatro partes de Kurdistán y casi 100 partidos políticos y ONGs de la diáspora, afirmó que prohibir el festival era una "decisión política".
La Plataforma agregó que "Los kurdos de las cuatro partes del Kurdistán, de un total de 93 instituciones y creencias diferentes, conformadas por kurdos, turcos, sirios-sirios, armenios, yazidíes, alevianos, cristianos, musulmanes, mujeres y jóvenes han organizado como Plataforma por Afrin el Festival Cultural. Entendemos que como resultado de las sucias relaciones políticas entre Alemania y Turquía, el festival ha sido prohibido porque ha sido politizado".
La decisión de prohibir el Festival se tomó antes de la visita del presidente turco Recep Tayyip Erdogan en septiembre, dijo la Plataforma añadiendo que "el proyecto de ley para la alianza entre los dos países se emitió de nuevo contra los kurdos".
La Plataforma, que declaró que el tribunal no permitió la celebración del Festival,indicando que "la política es la que rige la ley en lo que respecta al pueblo kurdo".
La Plataforma agregó: "La decisión de prohibir el Festival antes de la llegada de Erdogan a Alemania sirve claramente a las políticas de genocidio político y cultural del dictador Erdogan. Esta decisión significa apoyar a la dictadura, al ISIS, y va en contra de la democracia y la libertad".
Es necesario, expresó la Plataforma, "ver que el juicio de la corte es muy político". Como Plataforma por Afrin, se hizo un llamamiento para protestar contra esta decisión y enfoque político. Hemos solicitado permiso para celebrar una manifestación el 8 de septiembre para exponer la situación en Afrin y para pedir el fin del régimen de aislamiento impuesto al liderazgo del pueblo kurdo".