Las fuerzas de seguridad Yazidi no serán disueltas

Las protestas en Shengal han dado resultado, las fuerzas de seguridad de Yazidi no serán disueltas. Las autoridades iraquíes manifestaron su compromiso en este sentido a una delegación del Consejo Autónomo de Shengal.

Las Asayîşa Êzîdxanê, las fuerzas de seguridad Yazidi en Shengal (Sinjar) no se disolverán.

En el llamado del Consejo Autónomo Democrático de Shengal (MXDŞ), se realizaron hoy protestas simultáneas frente a los centros Asayiş en Sinune, Khanasor y Shengal contra la decisión del gobierno iraquí de disolver las fuerzas de seguridad locales.

Por la mañana, una delegación Yazidi presentó sus demandas en las conversaciones con los líderes iraquíes. Después de que los oficiales iraquíes rechazaran las peticiones de la delegación yazidi, se realizó una manifestación en el centro de la ciudad. Los airados activistas encendieron fuegos al borde de la carretera y declararon que no se echarían atrás en sus demandas.

La manifestación fue seguida por otra conversación entre la delegación Yazidi y los líderes iraquíes. La delegación anunció posteriormente que las sedes Asayiş en Sinune, Khanasor y Shengal no se cerrarían, y que la parte iraquí había aceptado esta demanda. La forma en que se establecerá el sistema de la Asayish en el futuro se acordará en futuras conversaciones. Las protestas han terminado por el momento.

El gobierno iraquí en Bagdad y el partido gobernante de Kurdistán del Sur, el KDP, decidieron en un acuerdo el 9 de octubre hacerse cargo de Shengal y así privar a la región de un autogobierno democrático. El fin de semana pasado, comenzó el despliegue de varios miles de soldados del ejército iraquí en Shengal.

El pueblo duda de que el ejército iraquí y el KDP-Peshmerga sean capaces o incluso estén dispuestos a proteger a la población local en vista de los acontecimientos de 2014. Los Peshmerga huyeron del ISIS que se acercaba en ese momento y tampoco llegó ninguna ayuda del ejército iraquí. El resultado fue el genocidio de la población Yazidi y la deportación y esclavitud de miles de mujeres.

Para la población de Shengal la Asayish es, por tanto, también una garantía de poder defenderse contra un nuevo genocidio, ya que no se espera ninguna ayuda de fuerzas externas.