Las mariposas y el fuego: guerrilleros internacionalistas caídos en las montañas del Kurdistán

La Comuna Internacionalista de Rojava rinde homenaje a tres internacionalistas: Azad Şerger (Thomas Joham Spries), Asya Kanîreş (Kadriye Tetik) y Koçer Medya (Diyako Saîdî), caídos en Xakurkê el 5 de junio de 2023.

Hace unos días recibimos el mensaje de que un amigo alemán había caído en las montañas. Se publicó la identidad del amigo que luchó hasta el último aliento durante una acción guerrillera contra el avance de las tropas turcas en Xakurke, macizo montañoso del sur del Kurdistán: Azad Şerger, de nombre real Thomas Joham Spries.

Al leer el informe de la Comandancia, nos enteramos de que otros dos amigos habían caído a su lado en la resistencia contra los ocupantes turcos: Asya Kanîrȩs, de la costa del Mar Negro, y Koçer Medya, del Kurdistán oriental.

En Xakurke, desde el comienzo de la invasión a gran escala de las tropas turcas el año pasado en las regiones de Metina, Zap y Avasin, la intensidad de la guerra ha aumentado. Mientras el ejército turco perpetra repetidamente crímenes de guerra y, ante la falta de éxito contra la guerrilla moderna, utiliza incluso agentes de guerra química, la resistencia en Xakurke se mantiene a un alto nivel. Unidades móviles de la guerrilla golpean una y otra vez, infligiendo duros golpes a las hordas invasoras del fascismo turco.

El 15 de junio, 18 soldados turcos murieron en una acción coordinada. Los amigos Asya, Azad y Koçer contribuyeron significativamente al éxito de esta acción y lucharon desinteresada y resueltamente contra los enemigos de la humanidad.

La resistencia de Azad y Asya es testimonio del espíritu internacionalista de esta revolución, que forma parte inseparable del movimiento apoísta. Os preguntaréis ¿qué hace un alemán en las montañas del Kuridistán? ¿Qué mueve a una hija del pueblo turco a luchar en las filas de la guerrilla contra el Estado turco?

Azad, como muchos de nosotros y nosotras, formó parte de la lucha antifascista en su tierra natal. Y como muchos de nosotros y nosotras, estuvo comprometido con diferentes ideas y movimientos de izquierda hasta que conoció el movimiento kurdo por la libertad durante sus estudios, cuando empezó a leer los escritos de defensa de Rêber Apo y la práctica del Movimiento Apoísta, y reconoció una forma de escapar de la deshumanización de la Modernidad Capitalista, de reclamar su humanidad y de vivir una vida con sentido. Tras participar durante un tiempo en la organización juvenil del Movimiento Apoísta, en 2016 decidió unirse a las filas de la guerrilla y convertirse en militante de la revolución. Militante en el sentido de una actitud clara e intransigente frente al sistema inhumano de la Modernidad Capitalista y una vida al servicio de la sociedad, la kurda, la alemana y todas las sociedades de este planeta. Hasta qué punto podía unificar la teoría y la práctica, sus pensamientos, palabras y acciones, lo demostró tras un llamamiento que dirigió a la juventud de Europa hace aproximadamente un año:

"Este es un mensaje desde las montañas libres del Kurdistán a todas y todos los jóvenes que aman la libertad, se consideran socialistas y defienden la libertad, la paz y la justicia. La revolución avanza en el Kurdistán. Ahora es el momento de decidirnos".

Él mismo puso en práctica sus palabras. Con abnegación y sacrificio, Heval Azad defendió la revolución hasta la última gota de su sangre, lo que nos dio a todos la esperanza de un mundo diferente.

Heval Asya, de nombre de nacimiento Kadriye Tetik, creció en un pueblo de la costa del Mar Negro en un entorno influido por los valores socialistas. Entró en contacto con las ideas socialistas durante sus estudios de magisterio en la Universidad de Semsûr y más tarde conoció el PKK. Los amigos y amigas que la conocieron la describen como una personalidad curiosa y cuestionadora que asumía responsabilidades en todas partes, ya fuera durante la cosecha de avellanas con su familia o en el trabajo político dentro de la izquierda turca.

Pronto se dio cuenta de que el PKK no era sólo un partido kurdo, sino un movimiento revolucionario para toda la humanidad. Kemal Pîr y Hakî Karer, ambos también de la región del Mar Negro, fueron cruciales para dar forma al carácter internacionalista del movimiento apoísta en su fase fundacional. Inspirada por sus vidas y su resistencia, derribó la cortina de mentiras con la que el Estado turco intenta separar a la juventud turca y kurda y conoció las ideas de Rêber Apo, visionario de la revolución en Rojava. En la masacre de Pirsûs (tr. Suruç) en 2015, perpetrada por el Estado turco y el ISIS, perdió a muchos amigos y amigas que, como ella, querían tender un puente de hermandad entre turcos y kurdos y se manifestaron ese día por Rojava. Su respuesta a esta pérdida muestra una gran claridad y fortaleza: se unió a la revolución de Rojava. En las filas de las Fuerzas de Defensa Popular de Rojava luchó incansablemente durante 2 años.

"No basta con luchar. Tenemos que librar la batalla al más alto nivel", dijo al cabo de ese tiempo y se dirigió a las montañas del Kurdistán para unirse a la guerrilla.

En el movimiento apoísta se cuenta la historia de "Las tres mariposas y el fuego". Dice así: Tres mariposas ven una luz brillante en la noche. Quieren entender de qué se trata. La primera se arma de valor y se acerca volando. A medida que se acerca, nota cómo se calienta más y más cuanto más se acerca. Regresa e informa: "Hace calor". Pero esto no es suficiente para la segunda mariposa. También ésta sale volando, acercándose cada vez más, tanto que se quema el ala. La mariposa vuelve e informa: "Me duele". Para la tercera, cuya sed de verdad es insaciable, esto no es suficiente. Vuela más cerca que todas las demás, a través del calor, a través del dolor, hasta que está completamente inmersa en la llama del fuego. Se ha hecho una con el fuego, ha captado la verdad del fuego en todas sus facetas.

Esta historia, símbolo de una búsqueda incesante de la verdad, simboliza también el camino, la vida de los Şehids (mártires de la revolución). Ellos son los que, en busca de la verdad de una personalidad revolucionaria, de la esencia del sacrificio y la caridad, se han convertido en parte inmortal de la revolución. Inmortal a través de nuestro recuerdo y a través de aquellos y aquellas que tomarán la bandera de la resistencia y la sostendrán a los vientos de estos tiempos tormentosos.

Azad y Asya: no sólo habéis comprendido la verdad de la sacrificada lucha por la libertad, sino que os habéis hecho uno con ella. El camino, la búsqueda de la verdad de Azad y Asya ilumina el camino hacia una respuesta a la pregunta de qué significa el internacionalismo. Lucharon por el pueblo kurdo, por todos los pueblos oprimidos del mundo, por nuestro planeta. Por nosotros y nosotras.

¡Şehid Namirin!

¡Los mártires son inmortales!

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