“Las mujeres deben fortalecer sus relaciones a nivel local, regional y global para luchar juntas”

Entrevista a Ruken Ahmed, miembro del Comité Kongra Star para Alianzas Políticas Democráticas, sobre el Congreso de NADA celebrado en Sulaymaniyah los días 15, 16 y 17 de mayo.

Muejeres

El primer congreso de NADA, Alianza Regional de Mujeres Democráticas de Oriente Medio y Norte de África, se celebró en Sulaymaniyah los días 15, 16 y 17 de mayo. Unas 200 mujeres de 18 países participaron en el congreso, compartiendo sus experiencias y organizándose para fortalecer la alianza y construir una sociedad democrática con las mujeres al frente.

Ruken Ahmed es miembro del Comité Kongra Star para Alianzas Políticas Democráticas. También forma parte del Secretariado de la NADA y ayudó a organizar el Congreso. Este fue un evento significativo para las mujeres de Oriente Medio y el Norte de África, y un paso fundamental en la construcción del confederalismo democrático con mujeres de todo el mundo.

A continuación se comparte una entrevista con Ruken Ahmed sobre el evento, publicada por Kongra Star:

Preparando el congreso de la NADA

Antes de NADA, se celebró una conferencia para mujeres de Oriente Medio en Kurdistán del Norte. Esto sentó las bases para NADA. La segunda conferencia de NADA tuvo lugar en Başûr (Kurdistán del Sur). En 2022, celebramos la conferencia fundacional en el Líbano. El movimiento de mujeres kurdas estuvo a la vanguardia, y a la conferencia asistieron representantes de 16 países, entre ellos Palestina, Libia, Túnez, Marruecos, Kurdistán, Irán y Afganistán.

En ese momento, no estábamos bien organizadas. Era la primera vez que nos reuníamos y carecíamos de un plan claro o un marco teórico. Compartimos la situación de cada país y nos propusimos construir una alianza. Tras la conferencia, se formaron los comités y se eligieron los representantes de cada país. En tres meses, se redactó una carta constitutiva basada en las decisiones tomadas. Esta fue la base que sentó las bases de NADA.

Hace un año, decidimos celebrar la segunda conferencia, pero las guerras en Palestina, Líbano y Siria lo dificultaron. Comenzamos a prepararnos para celebrar la segunda conferencia en Jordania. Intentamos organizarla en Bagdad. Sin embargo, no fue posible en Jordania, Irak, Egipto, Túnez ni en otros lugares debido a obstáculos burocráticos, denegaciones de visados ​​y guerras en muchos de estos países.

Con el apoyo de la ZHNAN (Unión de Mujeres del Kurdistán), celebramos el congreso en Sulaymaniyah (Başûr). En los meses previos, comenzamos a debatir y preparar los documentos del congreso. En esta ocasión, participaron en las actividades del congreso mujeres de 18 países, entre ellos Palestina, Líbano, Jordania, Egipto, Túnez, Marruecos, Somalia, Sudán, Yemen, Mauritania, Irak, la Región del Kurdistán (IRK), Turquía, Irán, Siria y Afganistán. Participaron alrededor de 200 delegadas, sin contar a invitados ni periodistas. La presencia de mujeres del norte de África, Somalia y Mauritania representó un avance significativo.

El programa del congreso

La conferencia de tres días se celebró bajo el lema “Con la revolución de las mujeres hacia una sociedad democrática”.

Los debates fueron amplios, vibrantes y profundos. No nos centramos solo en países individuales. Examinamos el sistema global en su conjunto, incluyendo la actual Tercera Guerra Mundial, centrada en Oriente Medio pero que involucra a todo el mundo; la guerra continua contra las mujeres, que aún no se reconoce, y el papel de los estados-nación en la represión de las mujeres. También exploramos los vínculos entre las leyes, la violencia y el propio sistema; en concreto, cómo el sistema capitalista fomenta la opresión tanto de las mujeres como de la naturaleza.

El primer día se centró en estos problemas sistémicos. En respuesta, debatimos el papel histórico de las mujeres en la construcción de la paz, incluyendo cómo han defendido la lengua y la cultura, creado espacios para la paz y transmitido sus historias. Enfatizamos la importancia de documentar la historia de las mujeres y utilizamos Jineolojî (Ciencia de las Mujeres) como ejemplo de un marco para crear conocimiento basado en la vida. El primer día se centró en comprender el sistema y el papel que las mujeres deben desempeñar en su transformación.

El segundo día, se definió la estrategia de NADA. Se realizaron cuatro talleres en los que las participantes debatieron sobre la construcción de alianzas de mujeres, los desafíos que implican y su expansión a mayor escala. También se exploró el papel de los movimientos civiles en el apoyo a las alianzas de mujeres en la sociedad. A través de estos talleres y debates en comités, se forjó una estrategia más clara.

Por la tarde, la atención se centró en la Revolución de Rojava, también conocida como la Revolución del Norte y el Este de Siria, y su papel protagónico en la lucha contra la violencia de género. También se debatió sobre el confederalismo mundial de mujeres. Más tarde ese mismo día, los participantes abordaron el «Llamado a la Paz y una Sociedad Democrática» de Abdullah Öcalan, considerando cómo NADA podría defenderlo y promoverlo. En una región desgarrada por la guerra, este mensaje es relevante no solo para los pueblos kurdo y turco, sino que también ofrece una solución para todas las zonas de conflicto en Oriente Medio. Con las mujeres al frente, NADA aspira a impulsar este llamamiento.

El tercer día, se presentaron informes sobre el trabajo de NADA, incluyendo los desafíos encontrados, así como críticas y autocríticas. El enfoque se centró en la superación de los desafíos. Se revisaron los estatutos y métodos de organización interna, junto con documentos fundacionales clave, incluyendo el del confederalismo democrático de mujeres a nivel mundial. Se aprobaron tres documentos: el documento de Berlín sobre el confederalismo democrático de mujeres; el informe sobre la situación de las mujeres en el norte y este de Siria; y los estatutos de NADA. Estos documentos constituyen la base práctica y teórica del trabajo de NADA.

El congreso concluyó con una declaración final. De ahora en adelante, cada país celebrará elecciones para elegir a sus representantes ante la NADA. Se establecieron siete comités para organizar las acciones y las tareas en curso.

Los impactos de este trabajo

¿Por qué es importante este trabajo hoy en día? Oriente Medio y África están asolados por guerras y genocidios, y muchos países sufren duras condiciones. Las mujeres son asesinadas, secuestradas y violadas. Las sociedades están destruidas. La gente vive en campamentos. Las economías se desploman. Palestina, por ejemplo, ha sufrido un genocidio físico y cultural, con continuos desplazamientos a gran escala. En Sudán, las mujeres son víctimas de violaciones masivas, utilizadas como arma de guerra. Sufren violencia incluso delante de sus familias, lo que provoca numerosos suicidios.

En el congreso, se compartió que en Afganistán, las mujeres se ven obligadas a cubrirse la cabeza y el rostro debido a la presión talibán. Siguen teniendo prohibido el acceso a la educación y enfrentan numerosas restricciones. En Irán, las mujeres siguen sufriendo violencia estatal y viven bajo la amenaza constante de secuestro y encarcelamiento. En Bakur, se arresta a políticos, y en Rojava, las mujeres en primera línea se enfrentan al peligro. En Yemen, los movimientos islamistas radicales imponen estrictas regulaciones a las mujeres. En Siria, las mujeres alauitas son víctimas de masacres. En Somalia, muchas mujeres sufren la infibulación o mutilación genital femenina. Debido a las tradiciones familiares conservadoras, se resisten al cambio. Mujeres de diferentes regiones y orígenes compartieron sus diversas experiencias.

A pesar de estas diferencias, todo este sufrimiento está conectado: toda la violencia contra las mujeres proviene del mismo sistema y requiere una lucha unida. Esto debería ser motivo para que las mujeres se unan, se apoyen mutuamente y se solidaricen. Las mujeres deben fortalecer sus relaciones a nivel local, regional y global para luchar juntas.

Próximos pasos

No podemos limitar esto a un pequeño grupo de mujeres con educación o políticamente activas. Los resultados y logros del movimiento de mujeres deben llegar a todos los sectores de la sociedad. Los logros de las mujeres deben contribuir a la construcción de una sociedad democrática y libre. Nuestro lema lo refleja: «Con las mujeres al frente, construyendo una sociedad democrática». Debemos difundir la lucha para transformar la sociedad, desafiar el pensamiento y el comportamiento patriarcales y detener los feminicidios. Si limitamos esto a una élite, no se logrará un cambio real. Todas las mujeres deben poder defenderse; de ​​lo contrario, siempre estarán en riesgo de genocidio.

En un mundo donde los estados-nación, bajo el sistema capitalista, controlan un gran número de armas, es absolutamente necesario que las mujeres organicen su propia defensa. Por ello, las mujeres deben unir sus voces a nivel local, regional y global para expresar su insatisfacción con el sistema y apoyarse mutuamente, como se describe en la declaración final.

Los puntos clave de la declaración incluyen el compromiso de la NADA de responder al llamado de Öcalan a la paz y una sociedad democrática y de mostrar solidaridad con las presas políticas y las mujeres en Yemen, Afganistán y Palestina. Las decisiones de la NADA y la experiencia de Rojava como práctica de confederalismo democrático en el norte y este de Siria sirven de base para construir alianzas de mujeres.

También estamos considerando cómo las mujeres de África y Medio Oriente pueden sacar fuerza de esta conferencia y adoptar medidas prácticas basadas en esta experiencia.

El concepto de confederalismo democrático mundial de mujeres

El concepto de confederalismo de mujeres fue introducido por primera vez por el líder popular Abdullah Öcalan. La primera conferencia sobre el tema se celebró en Fráncfort en 2018; la segunda, en Berlín, en 2021. El Secretariado de NADA participó en la segunda conferencia. Desde entonces, hemos basado nuestro trabajo en los documentos del confederalismo democrático de mujeres y nos hemos propuesto impulsar su implementación en Oriente Medio y África. La primera conferencia de NADA carecía de estructura, pero desde entonces nos hemos organizado mucho mejor. Se elegirá un secretariado por cada país, y el número de países participantes ha aumentado. Sobre esta base, adoptamos el confederalismo democrático de mujeres como nuestra guía. NADA opera sobre esta base en Oriente Medio y África. Además, decidimos que la realización del confederalismo mundial de mujeres es una tarea fundamental para nosotros.

Al finalizar la conferencia, el impacto del confederalismo democrático se sintió profundamente. El evento contó con la participación de mujeres de diversos países, culturas e idiomas, no solo kurdas y árabes. Se ofreció traducción simultánea al kurdo, turco, farsi, sorani y árabe, lo que permitió a todas participar plenamente con sus perspectivas culturales. Cada noche se ofrecieron espectáculos culturales en los que cada nación mostró su arte, idioma y tradiciones. Este intercambio cultural, facilitado a través del arte, la música y el idioma, fomentó el aprecio por las diversas culturas presentes en este continente. Por ejemplo, mujeres palestinas y somalíes cantaron y bailaron con atuendos tradicionales, infundiendo a la conferencia un nuevo significado y unidad. Las oradoras farsi impartieron seminarios en farsi, las turcas en turco y las kurdas en kurdo. Ninguna lengua o cultura predominó. Esta vibrante diversidad resaltó la verdadera esencia y el espíritu de los movimientos de mujeres. Con este espíritu, podemos transformar los sistemas sociales con alegría y entusiasmo, dando un profundo significado a nuestros esfuerzos colectivos. Esto es vital porque los llamados "países árabes" no son homogéneos; en ellos conviven pueblos e identidades muy diversos. Para desmantelar los sistemas sexistas y racistas, debemos reconocer y honrar esta diversidad. El último día, visitamos Halabja, una ciudad en Başûr conocida por la masacre de Anfal de 1988, donde mujeres de diversos grupos étnicos expresaron su solidaridad con la lucha kurda y honraron los sacrificios realizados.

Los estados-nación tienden a simplificar excesivamente a las personas, como etiquetar a todos como "árabes", a pesar de que existen muchas culturas distintas dentro de ellos. Por eso, el llamado de Abdullah Öcalan a un nuevo enfoque es tan importante para nuestro continente. Por ejemplo, muchas personas en el Líbano se identifican como fenicias en lugar de árabes, y en Sudán, el gobierno se identifica como árabe, pero los habitantes originales son nubios. De igual manera, la identidad árabe se ha impuesto a los kurdos. Lo mismo ha sucedido con pueblos indígenas, como los amazigh en el norte de África y los nubios en Sudán. Las identidades de estos pueblos han sido marginadas por las políticas de arabización impuestas por el Estado. En Marruecos, Túnez y Libia, hay pueblos indígenas amazigh que se resisten a ser etiquetados únicamente como árabes. Todos estos pueblos luchan contra los estados-nación que les imponen una identidad árabe. Una nación democrática abraza la cultura y la lengua únicas de cada uno. Por eso, el sistema patriarcal del estado-nación, arraigado en mentalidades masculinas, debe ser desafiado. Las mujeres deben estar a la vanguardia de esta nueva era porque son fundamentales para el resurgimiento y la afirmación de los pueblos indígenas y sus derechos”.