Özsoy: “Los kurdos están listos para negociar; el Estado debe responder”
El político kurdo Hişyar Özsoy afirma que los kurdos han tomado una decisión histórica, y que si el Estado turco no responde se enfrenta a un “serio estancamiento”.
El político kurdo Hişyar Özsoy afirma que los kurdos han tomado una decisión histórica, y que si el Estado turco no responde se enfrenta a un “serio estancamiento”.
El político kurdo Hişyar Özsoy, al evaluar los recientes acontecimientos en torno a la cuestión kurda, señaló que Turquía atraviesa un proceso complejo, indefinido y sin rumbo. Afirmó: “En particular, la decisión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) de disolverse y abandonar la lucha armada, tras el llamamiento de Abdullah Öcalan, ha devuelto la esperanza de paz y una solución a la agenda”.
Hişyar Özsoy también enfatizó que los acontecimientos militares y diplomáticos en Rojava no se limitan a una sola región, sino que son de una magnitud que afectará a toda Siria y al panorama político kurdo en general.
Destacó que los problemas en Rojava y el Kurdistán Norte (Bakur) están ahora profundamente interconectados: “El Estado turco se enfrenta a un serio estancamiento a la hora de sentar las bases para la negociación de la cuestión kurda. A medida que avanzan las conversaciones sobre una nueva arquitectura política, el papel del Sr. Öcalan cobra cada vez mayor relevancia. Estos acontecimientos no se limitan a una sola parte de Siria; reflejan un amplio panorama militar y político que podría transformar todo el panorama político sirio”.
Özsoy explicó: “Hoy en día, los asuntos de Rojava y el Kurdistán Norte están inextricablemente vinculados. Precisamente por eso estamos presenciando un momento en el que los problemas de un Kurdistán dividido pueden abordarse simultáneamente. Actualmente se está celebrando un taller de dos días con participantes de diferentes partes del Kurdistán. La reunión se centra en la situación en el Kurdistán, los acontecimientos en Rojava y Bakur, y el proceso de construcción de una alianza nacional”.
Continuó: “Turquía atraviesa un período complejo. En este proceso, que aún carece de un nombre o definición claros, se mantiene viva la esperanza de que la violencia llegue a su fin y prevalezca la política democrática”. Refiriéndose a la iniciativa del Sr. Öcalan, Özsoy añadió: “La decisión tomada en el congreso del PKK de abandonar la lucha armada envió un mensaje al Estado sobre la necesidad de establecer un marco legal y político.
Esta medida ha sido recibida positivamente tanto en Turquía como por la opinión pública internacional. Sin embargo, es difícil afirmar que el gobierno o el Estado hayan tomado medidas significativas que inspiren confianza pública. Se esperan algunos cambios legales en las leyes de ejecución en prisión, pero aún no son suficientes para brindar una verdadera tranquilidad jurídica”.
Özsoy argumentó que la falta de cambios en las condiciones de libertad y la capacidad laboral del Sr. Öcalan refleja la intención del gobierno de prolongar el proceso en el tiempo. Dijo: “Los kurdos están listos para negociar, pero el Estado aborda el asunto con una perspectiva mucho más vacilante, dilatoria y eliminatoria. Sin embargo, los kurdos, a través de sus partidos, su pueblo, sus municipios y su diáspora, han desarrollado un enfoque unificado. Ahora es necesario abrir un espacio político y crear un clima de negociación para resolver este asunto mediante el diálogo”.
Özsoy afirmó que para que el proceso tenga éxito, el Estado debe demostrar una auténtica voluntad política: “Los kurdos y las kurdas están listos para la negociación. Están poniendo fin a la lucha armada con una decisión histórica. El Estado debe responder a este llamado. Unas cuantas reformas significativas y medidas legales concretas bastarían para reavivar la esperanza. De lo contrario, esto también será recordado como otra esperanza extinguida antes de poder hacerse realidad”