Los alevíes se alojan en la casa de oración en Elazığ
Llega mucha ayuda de toda Turquía y Kurdistán del Norte tras el terremoto en la provincia de Elazığ el pasado viernes. Sin embargo, gran parte de esta ayuda no alcanza a la población aleví.
Llega mucha ayuda de toda Turquía y Kurdistán del Norte tras el terremoto en la provincia de Elazığ el pasado viernes. Sin embargo, gran parte de esta ayuda no alcanza a la población aleví.
La agencia de noticias Mezopotamya ha hablado con las víctimas alevíes del terremoto en Elazığ, que actualmente están alojadas en la casa de oración aleví, Cemevi. Se quejan de que aunque la ayuda llega a Elazığ desde todo el país, no han recibido nada. Muchos informan que la ayuda se distribuye selectivamente a personas "con conexiones" con las autoridades. La razón principal de esto es que la distribución es llevada a cabo por las instituciones del estado AFAD (Autoridad de Desastres y Emergencias) y la Media Luna Roja Turca.
"Si conoces a alguien de AFAD personalmente, recibirás ayuda. No hay más. He estado viniendo aquí una y otra vez durante dos días y no he recibido nada todavía. Dicen que primero hay que registrarse. Los pobres no reciben nada. Quiero ver cómo se distribuye la ayuda de forma justa", afirma Hasan Özdemir, de Elazığ-
Kıymet Geyik, de 65 años de edad, cuenta como "los ancianos necesitan ayuda especialmente. Pero nosotros no recibimos nada. Hoy sólo recibí una bolsa de naranjas, nada más. Necesitamos tiendas, mantas y comida. Mi casa se derrumbó en el terremoto y no tengo adónde ir".
"He contactado con un agente que me ha dicho que debo registrarme, así podré conseguir ayuda. Me inscribí hace días pero no recibí nada. Estamos sentados en la calle. Todavía tenemos miedo de entrar en nuestra casa. La ayuda está llegando de toda Turquía a Elazığ, pero no recibimos nada", señala Ganimet Kara, cuya casa sufrió daños en el terremoto.
"Los suministros de ayuda que llegan no llegan a la población. No se distribuyen de manera justa. Quiero un calentador y mantas. Nos quedamos en la calle. Tenemos miedo de volver a casa. Nuestra casa podría derrumbarse en cualquier momento. Necesitamos ayuda inmediatamente", se queja Yeter Kızıltaş.