Mazlum Dağ y Abdurrahman Er están acusados ​​de disparar contra el vicecónsul turco y oficial de inteligencia Osman Köse y otras dos personas, Neriman Osman y Beşdar Ramazan, en un restaurante de lujo en Hewlêr, la capital de la región autónoma del sur de Kurdistán el 17 de julio de 2019. En febrero de 2020, fueron condenados a muerte por el Segundo Tribunal Penal de Hewlêr en un juicio ficticio bajo la presión de Turquía. Inmediatamente después del juicio, los dos activistas incluso fueron colocados en una celda de prisión de yihadistas de ISIS. El 22 de septiembre de 2020, el Tribunal de Casación confirmó las condenas a muerte.

En una conversación telefónica con sus familias, Dağ y Er anunciaron que habían comenzado un ayuno de muerte en protesta por las violaciones de derechos y la tortura.

Dağ y Er afirmaron que fueron objeto de agresiones verbales y físicas, y fueron torturados mientras estaban esposados ​​a la espalda.