Peligro de derrumbe del Pequeño Palacio de Hasankeyf

Las obras de la construcción de la presa de Ilisu amenazan el patrimonio cultural de la zona.

El histórico “Pequeño Palacio”, de más de 12,000 años de antigüedad, en Hasankeyf está en peligro de derrumbe.

El palacio será inundado debido a la construcción de la presa ilisu.

Los trabajos alrededor del histórico Castillo de Hasankeyf y el Valle del Tigris continúan, poniendo en peligro edificios históricos.

La fortaleza y el Pequeño Palacio, que está cubierto de cemento, están cerrados justo por encima del embarcadero que ha sido construido para que se pueda acceder a ellos cuando la presa este en funcionamiento. Los muros de la fortaleza está siendo reforzada con cemento y una estructura de hierro.

Se ha podido saber que hay riesgo de derrumbe de los muros del palacio debido a las vibraciones ocasionadas por la maquinaria pesada.

Los fundamentos del embarcadero están siendo rellenados de cementos con maquinaria pesada, esos trabajos ponen en riesgo la estabilidad del Pequeño Palacio.

Se ha podido saber que dichos trabajos han sido suspendidos por los peligros que entrañan.

Contexto

Desde hace más 12.000 años, Hasankeyf ha tenido una presencia humana ininterrumpida. Gracias al trabajo de docenas de culturas este lugar cuenta con un patrimonio histórico de valor incalculable y se trata de un lugar único en el Valle del Tigris.

Las excavaciones más recientes, muestran que Hasankeyf se encuentra encima de un patrimonio cultural sin excavar y tiene unas características idénticas al santuario de Göbeklitepe, a unos 225 Km al oeste y con un pasado de 12.000 años también. Los investigadores independientes afirman que los alrededores de Hasankeyf y el Valle del Tigris cumplen 9 de los 10 criterios para ser considerados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

El Proyecto Ilisu es una inversión destructiva. Por ello, desde el principio ha existido una fuerte oposición del proyecto de la población de Turquía pero también de Iraq y Siria. En contra de lo que afirman las autoridades turcas, la presa no tendrá beneficios socioeconómicos para el pueblo kurdo, mayoritario en la región. Más de 80.000 personas perderán sus casas y acabarán en la pobreza.

La presa contribuye a seguir profundizando en las políticas de asimilación que afectan a los kurdos y árabes de las 199 aldeas de la zona. La rica biodiversidad del ecosistema del Río Tigris será enormemente degradada.

Asimismo, el proyecto de Ilisu también afectará gravemente el flujo de agua hacia el Tigris, amenazando gravemente el suministro de agua de pueblo iraquíes y la agricultura iraquí. Por ello, la presa puede, además, acrecentar los conflictos regionales.