Presos del PKK y del PAJK conmemoraron la resistencia del 14 de julio
Los presos del PKK y del PAJK emitieron una declaración para conmemorar el 37º aniversario de la resistencia de la huelga de hambre del 14 de julio en Amed en 1982.
Los presos del PKK y del PAJK emitieron una declaración para conmemorar el 37º aniversario de la resistencia de la huelga de hambre del 14 de julio en Amed en 1982.
Deniz Kaya pronunció la declaración en nombre de los presos del PKK y del PAJK, destacando el importante logro alcanzado con la última huelga de hambre y la resistencia que rompió el aislamiento del líder del pueblo kurdo Abdullah Ocalan.
La declaración hizo un largo análisis de la situación en el mundo, comenzando con una consideración sobre el hecho de que "el espíritu del capitalismo carece del poder de solución por parte del Estado-nación, el hecho de que se manifiesta como el poder de solución para todos los problemas ha chocado públicamente con el muro. En el Estado-nación, el capitalismo se ha visto obligado a agotar el capital que ha acumulado hasta el punto de ser un escorpión, y está a la espera de la muerte. El fascismo y las inclinaciones similares que se experimentan en su forma más desagradable están ocurriendo de nuevo en algunas partes del mundo, y los intentos de volver a calentar los entendimientos liberales de derecha son los sedimentos dejados por el capitalismo".
La declaración luego pasó a analizar la Revolución de Rojava liderada por las mujeres y sus logros y por qué tantos regímenes capitalistas y de Oriente Medio están en contra de este nuevo modelo de autogobierno.
La declaración agregó: "Los cuatro estados colonialistas fascistas donde los kurdos y el pueblo de Kurdistán viven apuñalándose unos a otros. En primer lugar, no tienen una solución ni una alternativa, y están públicamente indefensos y agotados. En segundo lugar, la existencia del Movimiento de Liberación Kurdo y de las Fuerzas Democráticas Revolucionarias en el Medio Oriente es el hecho de que el cambio inevitable está ocurriendo".
La declaración concluía que "la actitud de Siria hacia la Revolución de la Rojava determinará su destino".