15 de las 41 personas detenidas tras las redadas contra domicilios en Van de la última semana siguen en prisión acusados de espiar para el estado iraní.
Aquellas personas que trabajaban comerciando a través de la frontera han sido acusadas de ser espías por frases y conversaciones que por otro lado muestran claramente que solo tenían que ver con su trabajo.
El personal de la Gendarmerie Special Harekat (JÖH) asaltó las casas de las aldeas de provincias de Saray y Özalp en la región de Van durante la mañana del 14 de mayo y detuvieron a 41 aldeanos kurdos.
Particularmente golpeadas fueron las aldeas de Bakis y Turgali.
Tras aparecer ante el tribunal, 15 de las 41 personas siguen arrestadas.
La población local de las aldeas ha estado denunciando la vigilancia y el control que ejerce el estado turco últimamente. En particular han denunciado que durante los últimos 20 años han sido asesinadas 200 personas por las fuerzas de seguridad.