Tras el ataque fatal a Zekî Şengalî, miembro de la Coordinación de la Sociedad Shengal Yazidi y del Consejo Ejecutivo de KCK el miércoles, perpetrado por Turquía, un sinnúmero de personas en el Kurdistán del Sur salieron a las calles para protestar por los ataques del estado turco.
En Sinune, varios miles de personas se reunieron en las afueras del Consejo de Autonomía Democrática a primeras horas de la tarde y marcharon a través de la ciudad en señal de protesta. Además de representantes de partidos políticos y varias ONG, reconocidas personalidades y líderes religiosos de la región participaron en la manifestación. Se corearon consignas como "Los mártires son inmortales" y "Abajo la traición".
En una manifestación final, Riham Hiço, copresidente del Consejo Autónomo Democrático de Sinune, hizo una declaración que decía: "Es bien sabido que en agosto de 2014, el Estado Islámico perpetró un genocidio contra la población Yazidi frente al mundo entero. Hoy, este genocidio se repitió. Turquía llevó a cabo un ataque aéreo el 15 de agosto como continuación de los genocidios sufridos por los yazidíes. Desde el comienzo de la historia del estado turco, los yazidíes han sido perseguidos. Y hoy esta persecución continúa".
Hiço pidió al gobierno iraquí que aclare el ataque mortal a Zekî Şengalî. Recordó que el ataque ocurrió en un área bajo la soberanía de Bagdad, por lo que el gobierno central se ve obligado a tomar una posición por la población Yazidi.
Llamado a organizaciones internacionales
El Consejo Autónomo Democrático exigió que las Naciones Unidas y las organizaciones no gubernamentales internacionales tomen posición y no permanezcan en silencio sobre los ataques a Yazidis.
También se realizaron protestas en Silêmanî, Hewler, Ranya y Germiyan contra la política de ocupación turca y los ataques contra la población yazidi. En las movilizaciones se destaco un pedido común: bloquear el espacio aéreo sobre Shengal para aviones turcos.
El ataque fatal a Zekî Şengalî en el cuarto aniversario de la masacre de Kocho, ocurrió en el camino de regreso de una ceremonia de conmemoración en el pueblo. La aldea, que tenía alrededor de 1.700 habitantes y donde vivían 300 familias yazidi, fue atacada por el ISIS el 15 de agosto de 2014. Cuando los residentes se negaron a convertirse al Islam, 380 hombres y adolescentes fueron masacrados a la vez. 694 mujeres y niños fueron secuestrados y explotados como esclavos sexuales o entrenados para ser niños soldados.
Un día antes del mortal ataque a Mam Zeki, el presidente turco Erdoğan y el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi, se reunieron en Ankara.