El 11 de junio se lanzó una petición en inglés contra la Presa de Ilisu que pretende construir el estado turco destruyendo Hasankeyf.

El texto de la petición está basado en la llamada hecha el 15 de mayo por el Movimiento Ecología de Mesopotamia y la iniciativa ‘Keep Hasankeyf Alive’, que fue firmada por 121 organizaciones.

La petición puede ser firmada aquí

El 14 de julio un grupo de personas en Europa y otros lugares se unió al “chapuzón” en ríos y lagos como parte de la campaña que exige la conservación y restauración de los ecosistemas de agua dulce.

Este año la iniciativa Keep Hasankeyf Alive y el Movimiento Ecología de Mesopotamia están haciendo un llamamiento a todos los actvistas para que acudan al lugar el 14 de julio. “El maravilloso pueblo de más de 12.000 años y la totalidad del río Tigris están amenazados por la construcción de la Presa Ilisu y el proyecto de una planta de energía hidroeléctrica que proyecta el estado turco en el sureste kurdo”, denuncia el comunicado que llama a participar en el “gran chapuzón”.

Ilisu es una de las presas más controvertidas en el mundo por distintas razones, cada una de ellas debería ser suficiente por si misma para detener este proyecto de destrucción, explotación y hegemonía política.

El ‘Museo al Aire Libre’ Hasankeyf, con sus 5.500 cuevas, 550 monumentos y restos de al menos 24 culturas, es parte del patrimonio de la humanidad que será inundado cometiendo así un genocidio cultural. La región de Alta Mesopotamia, en la que hay al menos otros 400 yacimientos arqueológicos, está amenazada así como su cultura única.