Tres personas fueron detenidas en Roboski

Unos días antes del duodécimo aniversario de la masacre de Roboski, los soldados turcos irrumpieron en el pueblo y detuvieron a los residentes sin dar ningún motivo.

El ejército turco irrumpió en la aldea de Roboski en el distrito de Uludere de la provincia de Şırnak y asaltó varias casas. Al menos tres residentes, Abdullah Encü, Necmi Tosun y Zeki Tosun, fueron detenidos y trasladados a la comisaría de gendarmería local. Los militares no dieron ningún detalle sobre los motivos de las detenciones.

El pueblo kurdo de Roboski, cuyo nombre turco es "Ortasu", está situado en el sureste de Şırnak, en la frontera con Irak. El 28 de diciembre de 2011, el pueblo fue testigo de una masacre por parte de aviones de combate turcos F-16 que bombardearon una caravana de comerciantes fronterizos que regresaban a su pueblo desde el sur de Kurdistán con sus mulas, algunos botes de combustible diesel, té y azúcar. 34 de ellos, entre ellos 19 menores, fueron asesinados. 24 de las víctimas pertenecían a la familia Encü.

En ese momento, 38 aldeanos de entre 13 y 38 años caminaban por los estrechos senderos de la zona montañosa de la región fronteriza turco-iraquí cuando el bombardeo comenzó a las 21:37 y finalizó a las 22:24. Sólo cuatro de ellos sobrevivieron. El Estado Mayor turco justificó el ataque afirmando que el grupo había sido confundido con "terroristas", motivo por el cual se tomó la decisión de bombardearlos. Una mentira, como se vio más tarde.

La masacre abrió una herida colectiva en Kurdistán y fue recibida con ira y protestas en todo el mundo. Pero hasta el día de hoy no se ha hecho ninguna aclaración jurídica y nadie en Turquía ha rendido cuentas por esta masacre. El gobierno turco del entonces Primer Ministro Recep Tayyip Erdogan no ha emitido una disculpa oficial a los afligidos. El estado mayor de las fuerzas armadas turcas justificó el ataque diciendo que los muertos viajaban por rutas que también utilizaban los guerrilleros del PKK. Erdogan incluso agradeció a su jefe de gabinete y a las fuerzas armadas turcas.

Por otro lado, los habitantes de Roboski, muchos de los cuales son familiares de los asesinados, están desde hace años bajo la espada vengadora de Damocles de la justicia turca y han tenido que soportar acosos como acusaciones por actos conmemorativos, largas cárceles sentencias por protestas o detenciones arbitrarias por su incansable lucha por la justicia. Como en el caso de Zeki Tosun, que fue detenido hoy y perdió a su hijo Mehmed Ali Tosun, de 23 años, en la masacre de 2011. El próximo viernes está previsto un gran funeral en memoria de las víctimas con motivo del duodécimo aniversario de la masacre de Roboski. Según los abogados, es probable que las detenciones de hoy estén relacionadas con el suceso.