Un kolbar asesinado y otro muerto por congelación en el mes de enero

La difícil situación de los kolbares, que luchan por ganarse la vida y mueren en manos del régimen iraní en la frontera, parece no tener fin.

La Red de Derechos Humanos del Kurdistán (KHRN) ha informado de que dos kolbares kurdos han muerto y otros doce han resultado heridos tan sólo en el mes de enero.

Uno de los dos kolbares muerto ha sido asesinado por las fuerzas del gobierno iraní y, el otro, de 55 años de edad, murió por congelación mientras trabajaba en condiciones adversas.

Las tropas del gobierno iraní también dispararon e hirieron a otros once comerciantes kolbares y un kurdo. Otro más resultó herido después de caer desde una zona montañosa.

Según las estadísticas de la KHRN, 79 transportistas de mercancías de contrabando kurdos –conocidos como kolbares– han sido asesinados y otros 165 han resultado heridos por las fuerzas militares de la República Islámica Iraní, o por causas naturales, en sus rutas de trabajo a lo largo de todo 2019.

La tragedia de los kolbares

El Kurdistán oriental ha descendido más profundamente en la pobreza a lo largo de los últimos años debido a políticas deliberadas del régimen iraní, y se destaca como una de las regiones más pobres de Irán. En comparación con otras regiones, en esta zona se ha invertido mucho menos y se ha frenado deliberadamente el desarrollo. No se ha permitido así el florecimiento de la agricultura ni de la industria y, como resultado, el desempleo se ha elevado a las cotas más altas de Irán.

Frente a estas políticas de discriminación, opresión y empobrecimiento, el transporte de mercancías de contrabando no es una opción sino una necesidad para la supervivencia.

La palabra 'kolbar' viene de la unión de las palabras kurdas 'kol' (espalda) y 'bar' (carga). Los kolbares se ganan la vida transportando cargas a lo largo de la peligrosa línea fronteriza con Irán. Sus mercancías incluyen cigarrillos, teléfonos móviles, ropa, utensilios domésticos, té y, rara vez, alcohol. Caminan por terrenos peligrosos para mantener este comercio entre Bashur (sur del Kurdistán, norte de Irak) y Rojhilat (este de Kurdistán, oeste de Irán). Las mercancías que traen se venden a precios elevados en Teherán, pero los kolbares que arriesgan sus vidas por ellos reciben a cambio un pago muy modesto.

Los intermediarios que se encargan de las entregas y encuentran compradores en las ciudades se llaman kasibkars.

Los kolbares y kasibkares tienen entre 13 y 70 años. Algunos sólo terminaron la escuela primaria, mientras que otros son graduados universitarios. Llevan cargas, porque no pueden encontrar otro empleo. En los últimos 5 años, unos 300 kolbares y kasibkars han sido asesinados a sangre fría. No hay estadísticas disponibles que recojan todas sus muertes.

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