La Asociación de Periodistas Dicle Fırat (DFG) publicó el Informe de agosto sobre violaciones de derechos contra periodistas en Turquía.
El informe dice: "Queremos constatar con pesar que, en estos días en los que la gente exige paz, sigue habiendo graves problemas en el país en relación con la libertad de pensamiento y de expresión y la libertad de prensa. En un entorno en el que muchos periodistas siguen encarcelados, no es posible, por supuesto, hablar de libertad de pensamiento. Y esta situación se ha agravado aún más. El hecho de que las violaciones sigan aumentando nos preocupa profundamente".
El informe de agosto de la asociación sobre las violaciones de los derechos de los periodistas señala: "Los periodistas que son detenidos mientras siguen la información también son objeto de palizas, torturas y malos tratos de vez en cuando. En agosto ingresaron en prisión preventiva otros 3 periodistas-escritores, con lo que el número de periodistas encarcelados asciende a un total de 59".
El informe añade: "El portavoz de la Iniciativa del 78, Celalettin Can, que fue demandado por participar en una campaña de un día de redacción en solidaridad con el periódico Özgür Gündem, fue condenado a un año y tres meses de cárcel. Actualmente, el co-presidente de nuestra asociación, Dicle Müftüoğlu, y muchos periodistas detenidos en 2023 siguen en prisión. Como hemos declarado muchas veces, es una vergüenza que tantos periodistas estén en la cárcel en la Turquía del siglo XXI. Exigimos la inmediata puesta en libertad de nuestros amigos y amigas.
Los ataques a los derechos económicos y sociales de los periodistas siguen aumentando. Como si no bastara con crear un ejército de periodistas en paro, algunas organizaciones de prensa y medios de comunicación siguen las órdenes del gobierno y contratan a gente por un céntimo, y no tardan en despedirles cuando les conviene o cuando los empleados defienden sus derechos".
El informe subraya que "el despido de empleados de Sputnik por actividades sindicales es un ejemplo de esa práctica. Los empleados y las empleadas de Sputnik, que siguen en huelga, quieren que se restituyan sus derechos y a sus compañeros despedidos".
El informe continúa: "Las sanciones impuestas a los canales de televisión por la RTÜK se han convertido ya en una rutina. También podemos hablar de sitios web que siguen cerrados. El acceso a los artículos de noticias puede bloquearse muy fácilmente. Esto es censura pura y dura. Se censura a los periodistas y se les impide escribir lo que ocurre en el país.
Si lo analizamos en su conjunto, vemos que nos enfrentamos a una fuerte presión, intimidación y censura en lo que respecta a la libertad de prensa y expresión en agosto. Sabemos muy bien que el único objetivo de toda esta presión es impedir que los periodistas cuenten lo que ocurre en el país. En esta ocasión, volvemos a decir: ‘Dejad de reprimir a los periodistas, no podéis encadenar a escritores libres’".
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