DFG: 60 periodistas encarcelados en julio

La asociación de periodistas DFG ha publicado su informe de julio sobre las violaciones de los derechos de los trabajadores de los medios de comunicación en Turquía. Según este, al menos 60 periodistas están actualmente en la cárcel.

Al menos 60 periodistas están actualmente encarcelados en Turquía. La asociación de medios de comunicación kurdos Dicle Fırat (DFG) publicó su informe mensual sobre la represión y las violaciones de la ley en el ámbito de la libertad de prensa y la libertad de expresión.

Aunque la asociación informó de un descenso significativo desde el pico de 170 en 2017, la asociación señaló que otros numerosos trabajadores de los medios de comunicación son objeto de persecución legal.

"Las tuercas de la opresión se aprietan cada vez más", escribió la DFG, con sede en Amed. Según el informe de la asociación, 54 trabajadores de los medios de comunicación fueron víctimas de violaciones de sus derechos en el mes de julio. Entre ellas figuran no sólo los métodos habituales de intimidación, como detenciones y encarcelamientos infundados, sino también acusaciones arbitrarias, agresiones y amenazas.

Bajo el régimen del AKP-MHP, los periodistas críticos, en particular, serán objeto de represalias y criminalización sin precedentes. A los gobernantes les preocupa destruir por completo el espacio para la libertad de expresión y la información independiente.

Según la DFG, al menos trece trabajadores de los medios de comunicación fueron detenidos el mes pasado por su labor periodística, cuatro de ellos en redadas en sus apartamentos.

Un tribunal impuso prisión preventiva a uno de estos periodistas. Se trata de Firat Can Arslan, corresponsal de la agencia de noticias Mezopotamya (MA). Además de "propaganda en favor de una organización terrorista" y "apología de criminales", la justicia turca le acusa de poner en peligro a "funcionarios en el ámbito de la lucha antiterrorista", por la difusión de reportajes.

La DFG registró otros dieciocho casos de violación de derechos al documentar operaciones policiales. En concreto, se impidió a los periodistas realizar su trabajo y se les expulsó por la fuerza del lugar donde estaban haciendo su trabajo. La organización cifró en dos el número de denuncias de amenazas concretas por parte de la policía recibidas en este contexto.

Se han abierto investigaciones policiales contra tres representantes de la prensa, y otros dos se enfrentan a nuevos procesos judiciales.

En el caso de 55 periodistas, el proceso continúa. Además, la Autoridad de Radiodifusión (RTÜK) ha multado y prohibido el acceso a dos emisoras y siete plataformas de medios de comunicación, ha suspendido cinco emisiones, ha cerrado un sitio web, ha bloqueado el acceso a 90 noticias y ha prohibido el contenido de 905 redes sociales.