Casi un año y medio después de la condena de la periodista kurda Ayşegül Doğan, el tribunal regional de apelación de Amed anuló la decisión y la devolvió al tribunal de primera instancia. Entre otras cosas, las actividades periodísticas de Doğan se interpretaron como un delito, se dijo en la justificación. Además, el tribunal violó el principio de libre valoración de la prueba. La sentencia podría ser pionera para los miembros de la oposición perseguidos políticamente.
Ayşegül Doğan fue condenado a más de seis años de prisión en diciembre de 2020 por cargos de "pertenencia a una organización terrorista armada". Según el tribunal, la ex coordinadora de programas del canal de televisión estatal IMC TV es miembro del consejo permanente del movimiento de base KCD (Congreso de la Sociedad Democrática) y pertenece a la comisión de cultura y educación de la asociación. El KCD está considerado como el marco de la organización social democrática en el Kurdistán del Norte. A pesar de la valoración contraria del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, los dirigentes turcos declararon que la institución era una "estructura del PKK", y las autoridades judiciales la trataron en consecuencia.
La criminalización del KCD va de la mano de una campaña de aniquilación política contra la población kurda, que se lleva a cabo desde el fin unilateral de las negociaciones de paz entre el Estado turco y el movimiento kurdo en 2015. El fiscal de Diyarbakır argumentó que la plataforma fue creada por "órdenes" del encarcelado fundador del PKK, Abdullah Öcalan, con el objetivo declarado de destruir la "unidad e integridad del Estado turco" y, por tanto, la esencia de la turquedad. Esta afirmación, formulada con el método de "copiar y pegar", puede encontrarse en casi todas las acusaciones contra miembros de la oposición del espectro kurdo que acaban en los tribunales de Amed.
En la sentencia contra Ayşegül Doğan, el Tribunal de Apelación citó como pruebas alegaciones que no habían sido comprobadas en su integridad y coherencia.
Entre otras cosas, se trataba de la acusación de que la mujer de 45 años era delegada del KCD, había actuado como moderadora de un simposio sobre la resistencia y el autogobierno en Amed en 2012 "por orden de la organización" (es decir, del PKK) y en el mismo año participó en una conferencia de mujeres organizada por el Movimiento Democrático de Mujeres Libres (DÖKH) en el Kurdistán del Sur -también por instrucciones de la "organización".
Doğan fue condenada a más de seis años de prisión por intervenir en actos como conferenciante o periodista y por realizar entrevistas e investigaciones para los fines de su trabajo. "Esto fue claramente ilegal", dijo el tribunal de apelación por unanimidad. Por tanto, la sentencia de culpabilidad debe ser anulada, pero la prohibición de que Doğan salga del país sigue en vigor.