Julian Assange ya está libre en Australia

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, una de las personas más buscadas del mundo, recuperó la libertad tras un acuerdo con la justicia estadounidense.

WikiLeaks

Julian Assange, juzgado por revelar cientos de miles de documentos clasificados, compareció ante un tribunal federal de las Islas Marianas, territorio estadounidense en el Pacífico, ayer miércoles.

En el tribunal de Saipán, una remota isla del Pacífico, la jueza Ramona Manglona le preguntó a Asange qué hizo para constituir un «delito acusado».

«Trabajando como periodista animé a una de mis fuentes a proporcionar información que se decía que era clasificada para publicarla. Creo que la Primera Enmienda protegía esa actividad. Creo que la Primera Enmienda y la Ley de Espionaje están en contradicción entre sí, pero acepto que sería difícil ganar un caso así dadas todas estas circunstancias», respondió Assange.

El australiano de 52 años ha sido objeto de una investigación penal por «conspiración para obtener y divulgar información relativa a la defensa nacional». Se esperaba que Assange se declarara culpable sólo de este cargo, según los documentos judiciales que también nombraban a la soldado estadounidense Chelsea Manning, su compañera detrás de la filtración masiva. Este sería el acuerdo alcanzado entre Julian Assange y la justicia estadounidense para ser puesto en libertad, y así es como fue.

Julian Assange fue condenado a 5 años de prisión tras declararse culpable de espionaje, pero dado que ya cumplió esta condena con creces como preso en Londres, salió del tribunal de Saipán como un hombre inocente y se embarcó en un avión de regreso a Australia, su tierra natal.

«Julian Assange es libre», dijo WikiLeaks en un comunicado. Según el comunicado, Assange abandonó el 24 de junio el Reino Unido y la prisión de alta seguridad Belmarsh cercana a Londres, donde permanecía recluido desde 2019 en una celda de 2x3 metros, para embarcar en un avión en el aeropuerto de Stansted. WikiLeaks celebró la reunificación de Assange con su esposa Stella Assange y sus hijos como «el resultado de una campaña global».

El gobierno australiano también acogió con satisfacción el resultado, diciendo que el caso de Assange se había «alargado demasiado» y que ya no tenía sentido mantenerlo detenido.

El acuerdo, que pone fin a casi 14 años de tormento, llega dos semanas antes de otra vista crucial en los tribunales británicos. Los días 9 y 10 de julio, el tribunal decidirá sobre el último recurso de Julian Assange contra su extradición a Estados Unidos.

Assange ha estado luchando todo este tiempo para evitar su extradición a la justicia estadounidense, que le juzga desde 2010 por hacer públicos más de 700.000 documentos clasificados relacionados con actividades militares y diplomáticas de Estados Unidos, especialmente en Irak y Afganistán.

Tras siete años en la embajada de Ecuador en Londres, el fundador de WikiLeaks fue detenido por la policía británica en abril de 2019 cuando el nuevo presidente de Ecuador, Lenín Moreno, le retiró el asilo.

Entre los documentos divulgados figura un vídeo en el que se ve cómo civiles, entre ellos dos periodistas de Reuters, son asesinados desde un helicóptero estadounidense en Irak en julio de 2007. El vídeo está tomado desde el propio helicóptero, y en él se pueden escuchar las voces de los militares pasándoselo en grande, a pesar de saber que están disparando contra civiles, como si de un videojuego se tratara.

En la teoría, Julian Assange se arriesgaba a una pena de hasta 175 años de prisión en virtud de la Ley de Espionaje. El gobierno británico aprobó su extradición en junio de 2022.

En la última evolución de este largo caso, que se ha convertido en un símbolo de las amenazas a la libertad de prensa para sus partidarios, dos jueces británicos concedieron en mayo a Julian Assange el derecho a recurrir su extradición. En concreto, el recurso se centró en la cuestión de si Assange tendría derecho a la protección de la libertad de expresión como extranjero en el sistema legal estadounidense.

Desde entonces, hubo numerosos llamamientos para que el presidente estadounidense, Joe Biden, retirara los cargos en su contra. Australia hizo una petición formal a Joe Biden en febrero y Biden dijo que la estaba considerando. Esta declaración suscitó esperanzas entre los partidarios de Assange que, finalmente, han podido verle salir en libertad.

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