En Francia, los sindicatos protestan contra la detención de nueve periodistas de organizaciones de medios de comunicación kurdos que fueron detenidos por las autoridades turcas en Ankara, Estambul, Van, Amed, Urfa y Mardin y que llevan una semana en prisión.

Sólo habían hecho lo que es tarea de todos los trabajadores de los medios de comunicación: informar sobre los abusos en su país e informar a la opinión pública sobre las políticas del régimen autoritario de Erdogan, explicaron la organización paraguas de los sindicatos autónomos Union Syndicale Solidaires y el grupo de interés de los periodistas franceses del sector de la televisión (Syndicat National des Journalistes de France Télévisions, SNJ) en una declaración conjunta.

"Pedimos a las autoridades turcas que liberen inmediatamente a todos los compañeros detenidos"

Los periodistas detenidos son Diren Yurtsever, Deniz Nazlım, Selman Güzelyüz, Berivan Altan, Hakan Yalçın, Emrullah Acar, Ceylan Şahinli, Habibe Eren y Öznur Değer. Trabajan para las agencias de noticias Mezopotamya (MA) y JinNews, que informan con frecuencia y en detalle sobre los crímenes de guerra cometidos por el ejército turco en el Kurdistán, incluido el uso de armas químicas. Las autoridades consideran que se trata de "propaganda de una organización ilegal" y acusan a los periodistas de "terrorismo". Cuando fueron detenidos, los periodistas fueron golpeados, insultados y humillados, y en la cárcel tuvieron que soportar cacheos degradantes. Los periodistas varones están aislados de sus compañeros y recluidos en celdas solitarias.

"Esta operación es la continuación de la anterior oleada de detenciones, realizada en junio de 2022", han declarado la Union Syndicale Solidaires y el SNJ. En aquella ocasión, 16 periodistas fueron detenidos en Amed. Siguen detenidos sin que se presenten cargos contra ellos.

"La prensa libre kurda es la que más veces ha puesto la pluma en la herida. Se niega sistemáticamente a acatar las órdenes de los gobernantes", han declarado los sindicatos franceses. Las asociaciones francesas también critican la ley aprobada por el Parlamento turco a mediados de octubre, contra la difusión de las llamadas noticias falsas. Quien difunda noticias "falsas o engañosas" puede ser castigado con hasta tres años de cárcel.

Union Syndicale Solidaires y SNJ califican la normativa de "ley de censura" para silenciar a los medios de comunicación de la oposición. "En estas circunstancias, reiteramos nuestro apoyo a los medios de comunicación independientes atacados por las autoridades turcas y pedimos la liberación de todos los periodistas encarcelados. No los olvidamos. La prensa libre no puede ser silenciada".