Periodismo en el Kurdistán del Sur

Los periodistas del Sur trabajan en condiciones difíciles: son detenidos y tiroteados mientras trabajan, y las zonas controladas por el KDP no son accesibles para los trabajadores de los medios de comunicación de la oposición.

Los periodistas de la región del Kurdistán iraquí se enfrentan a constantes amenazas, arrestos, detenciones y obstáculos en su trabajo. Según un informe de 2020 del Sindicato de Periodistas del Kurdistán, se produjeron 138 violaciones de derechos contra 365 periodistas y 47 medios de comunicación en la región. En el último año se ha detenido a periodistas junto con activistas durante las protestas antigubernamentales. Más de 20 profesionales de los medios de comunicación permanecen en prisión. Además de todo esto, a los periodistas de la oposición se les niega el acceso a las zonas controladas por el KDP.

Los periodistas que trabajan en Suleimaniya, Shengal y Makhmur contaron a Zeynep Durgut, de la agencia de noticias MA, sus condiciones de trabajo.

Berhem Letîf es corresponsal de la agencia de noticias RojNews en Suleimaniya, y ha declarado: “Nos enfrentamos a arrestos, detenciones, obstrucciones y violencia. La libertad de prensa está muy restringida. Los medios de comunicación progubernamentales no se ven afectados. El periodismo libre está siendo intimidado. Para evitar que la corrupción y el robo del gobierno salgan a la luz, están aumentando los ataques”.

Duhok y Hewlêr están vetadas

Letîf ha señalado además de que no se le permite entrar en varias ciudades: “Duhok y Hewlêr (Erbil) están cerradas a los medios de comunicación libres. Sólo los medios de comunicación progubernamentales están autorizados a trabajar como periodistas allí. Por ejemplo, en las regiones de Zap, Avaşîn y Metîna se han utilizado 306 veces armas químicas. El KDP no nos permite entrar en esas zonas para investigar e informar. El trabajo periodístico está prohibido. Me han detenido dos veces mientras trabajaba. Si no nos detienen, nos confiscan las cámaras y los teléfonos. Los sitios de noticias se cierran sin alegar ninguna razón. De todos modos, seguimos con nuestro trabajo periodístico, por eso luchamos. A mí me detuvieron mientras seguía las protestas estudiantiles. Al cabo de dos días me pusieron en libertad, pero me confiscaron todo el material. Han pasado cuatro meses desde entonces, y todavía no me han devuelto el material”.

Impedimentos incluso dentro del campamento de refugiados

Armanc Herekol es periodista en el campamento de refugiados de Makhmur y ha afirmado que las condiciones de trabajo también son muy difíciles: “El KDP no nos permite trabajar aquí. Esto no sólo ocurre en Hewlêr y Duhok; el trabajo periodístico no está permitido ni siquiera dentro del campamento de refugiados. El hecho de que descubramos y publiquemos lo que ocurre no le conviene al KDP. Sabe que lo denunciaremos por vender el Kurdistán pieza por pieza. Por eso nos bloquea el camino. Nos bloquea porque sacamos a la luz el asedio a Makhmur. A pesar de todo, estamos haciendo público lo que realmente está sucediendo”.

Recibió varios disparos mientras trabajaba

Xelil Şengalî trabaja como periodista en la principal zona de asentamiento yazidí de Shengal. Ha explicado que mientras trabaja se ve constantemente ante la amenaza de las armas del gobierno iraquí y del KDP: “Hay una situación especial en Shengal porque aquí hay una gran presencia militar. Por eso, la actividad periodística se ve continuamente obstaculizada. Varios periodistas han sido tiroteados mientras trabajaban. Uno de ellos fue Nûjiyan Erhan. A mí me detuvieron en Sinûnê mientras trabajaba, y me confiscaron el material. Me han disparado durante varias actividades. No podemos pasar los controles militares del KDP. Nos tienen miedo”.