Faruk Eren, presidente del Sindicato de Empleados de Prensa e Imprenta de Turquía (Basın Iş), afiliado a la Confederación de Sindicatos Obreros Revolucionarios (DISK), habló con la Agencia Mesopotamia (MA) sobre la detención de periodistas kurdos. Eren dijo que si no hay una reacción contra las detenciones injustas e ilegales de los periodistas, tarde o temprano, todos serán objeto de ataques.
Eren ha declarado que la detención de otros nueve periodistas el sábado es un nuevo golpe a la libertad de expresión, y ha añadido: “Es evidente que el gobierno piensa que va a mantener su poder aumentando su presión sobre los periodistas e intelectuales. Pero se equivocan, saldremos de esta oscuridad manteniéndonos unidos”.
Eren dijo: “La tradición de la prensa libre viene de la represión de los años 90, pero en los últimos años el gobierno ha intentado intimidar a los periodistas con más detenciones. Creo que la actividad militar del gobierno, especialmente en Irak y Siria, es la razón de esta última operación contra los periodistas. El gobierno no quiere que se publiquen ciertas cosas aquí. Pero los medios de comunicación libres, como la Agencia Mesopotamia, siguen informando al pueblo de lo que ocurre en Siria e Irak. Por eso la prensa libre está siempre en el punto de mira. A pesar de todas las presiones, la tradición de la prensa libre ha continuado durante años”.
Llamando la atención sobre la Ley de Censura aprobada recientemente por el Parlamento turco, Eren continuó: “No es casualidad que 16 de nuestros amigos y amigas hayan sido detenidos antes en Diyarbakır y que 11 de nuestros amigos y amigas de Ankara hayan sido detenidos posteriormente. El objetivo de estas operaciones es intimidar no sólo a los periodistas kurdos, sino a todos los periodistas. Además, estas detenciones se producen antes de que se aplique la Ley de Censura. Me preocupa que nos enfrentemos a una represión mucho más grave cuando esta ley acabe aplicándose”.
Eren finalizó: “La represión no es sólo un problema de las organizaciones profesionales. Es una cuestión de democracia y está relacionada con el entorno democrático del país. Lo que mejorará la calidad de la democracia es la lucha conjunta. Esta política de represión no cambiará con las acciones de unas pocas organizaciones de periodistas. Al fin y al cabo, se trata de un ataque a una profesión. Algunas organizaciones profesionales y periodistas prefieren guardar silencio sobre la opresión de los y las periodistas kurdos. Sin embargo, deben recordar que el silencio no les salvará. Tarde o temprano, todos serán objeto de ataque”.