La activista kurda Zara Mohammadi ha sido detenida en Sine (Sanandaj). Hace unos días, el Tribunal Supremo iraní rechazó sin fundamento un recurso presentado por la defensa de la joven de 29 años. Se ordenó a Mohammadi que se entregara a las autoridades de seguridad en un plazo de diez días para ser detenida. Cumplió con esta petición y se despidió previamente de sus compañeros.

Zara Mohammadi tiene un máster en geopolítica y es cofundadora y directora de la asociación cultural Nûjîn, que promueve la sociedad civil y las iniciativas educativas en Sine y sus alrededores. En mayo de 2019, fue detenida por la Guardia Revolucionaria iraní y trasladada a una prisión gestionada por los servicios de inteligencia. Anteriormente, enseñaba kurdo a los niños de los pueblos cercanos a Sine.

En julio de 2020, un tribunal revolucionario iraní condenó a Zara Mohammadi a diez años de prisión por "formar un grupo contra la seguridad nacional". En febrero del año pasado, la sentencia original se redujo a cinco años y Mohammadi quedó posteriormente en libertad bajo fianza. Pero, a pesar de la detallada justificación del recurso, los jueces del Tribunal Supremo rechazaron la solicitud de revisión de la condena.

Numerosos llamamientos para que se levante la condena de Mohammadi, incluida una iniciativa de más de noventa intelectuales de varios países, entre cuyos firmantes se encuentran el lingüista estadounidense Noam Chomsky, el teórico social kurdo Abbas Vali y el sociólogo turco Ismail Beşikçi, y que también pide que se ponga fin a la criminalización del kurdo y de todas las demás lenguas no persas, también fueron ignorados por el régimen iraní y su poder judicial, al igual que los llamamientos de Amnistía Internacional y las Naciones Unidas.