La resistencia de los movimientos de mujeres contra los sistemas de gobierno patriarcales y misóginos, que siguen creciendo día a día, son reprimidos muchas veces mediante masacres y otras medidas de intimidación. En particular, la represión estatal contra las mujeres kurdas sigue aumentando. En los últimos días, dos mujeres kurdas han sido asesinadas en Irán y en el Kurdistán del Sur. Jina Mahsa Amini, que se encontraba en Teherán para visitar a unos familiares, fue detenida y torturada por la “policía de la moral” porque, al parecer, había infringido el estricto código de vestimenta del país. La joven, de 22 años, murió a consecuencia de los fuertes golpes recibidos.
La segunda víctima de feminicidio fue la académica kurda Nagihan Akarsel, miembro de la Academia Jineolojî y editora de la revista Jineolojî, en la ciudad de Sulaymaniyah. Los asesinos dispararon a Akarsel once veces. Hay muchos indicios de que el servicio secreto turco estuvo detrás del asesinato.
Halime Bayram, activista del Movimiento de Mujeres Libres (TJA, Tevgera Jinên Azad), ha evaluado los antecedentes de estos ataques y la represión contra las mujeres kurdas. Con respecto al levantamiento popular en Irán y el Kurdistán Oriental o Rojhilat, Bayram ha dicho que, tras el asesinato de Jina Mahsa Amini, las mujeres se rebelaron allí contra un régimen despótico dominado por los hombres. “Es importante destacar que todos los sectores de la sociedad también participan en el levantamiento. Sobre todo, el hecho de que esta resistencia dirigida por mujeres no se silencie da valor a la resistencia social”, ha dicho.
Tanto las mujeres kurdas como las iraníes rechazan el sistema
Bayram ha explicado que la resistencia que surgió bajo el liderazgo de las mujeres en Irán y Rojhilat es una señal de que las mujeres nunca han aceptado el sistema patriarcal: “Han demostrado una vez más que nunca han aceptado los sistemas existentes”.
Las mujeres no dejarán de expresar su resistencia en las calles y plazas e insistir en su derecho a organizarse, ha continuado Bayram, que ha añadido: “A partir de ahora, la resistencia legítima continuará sin pausa en todos los ámbitos. Este levantamiento ha dejado claro una vez más que el poder del sistema patriarcal pende de un hilo. El movimiento de mujeres kurdas defiende la libertad de las mujeres en general. Su filosofía básica, ‘Mujeres Libres para una Sociedad Libre’, ha ganado terreno y ha crecido como una avalancha, llegando a todas las mujeres del mundo. El movimiento de mujeres kurdas lucha contra la persecución de las mujeres en todo el mundo. Hasta hoy no ha permanecido en silencio ante ninguna muerte de mujeres”.
Rebelión de las mujeres kurdas
Bayram ha señalado que la rebelión del movimiento de mujeres kurdas desarrollado tras el asesinato de Jina Mahsa Amini ha sido asumida por mujeres de todo el mundo: “El movimiento de mujeres kurdas ve este feminicidio como un motivo de rebelión. Ve en las mujeres la determinación de derrocar los sistemas despóticos y misóginos del Estado-nación. Con este levantamiento, el movimiento de mujeres kurdas reafirma su determinación de ampliar la lucha de las mujeres en todo el mundo convirtiendo esta rebelión en una resistencia internacional. Acoge con satisfacción la rebelión de las mujeres en desarrollo, considera la resistencia de cada mujer como su propia lucha y asume su propia parte en la resistencia a esta rebelión. La resistencia y la rebelión en las calles y plazas crece constantemente”.
Bayram también ha rendido homenaje a la académica Nagihan Akarsel, asesinada el 4 de octubre en Sulaymaniyah en un atentado con la presunta implicación del MIT y la dirección política del Kurdistán del Sur. “Nagihan”, ha dicho, “era miembro del Centro de Jineolojî, periodista, científica y política. Además de todas estas valiosas identidades, su identidad más significativa era la vida que dedicó a la lucha por la liberación de las mujeres. Este ataque contra una mujer que dedicó su vida a la lucha por la revolución de las mujeres y la ciencia de las mujeres es un ataque contra todas las mujeres kurdas, su lucha, su espíritu de resistencia. Este ataque no debe ser visto sólo como un ataque al movimiento de mujeres kurdas”.