Jineolojî instala una carpa en el N/E de Siria para protestar por el asesinato de mujeres activistas

La Academia de Jineolojî del Norte y el Este de Siria lanza una acción de protesta en Hesekê contra el asesinato de mujeres.

Nagihan Akarsel, académica, activista y editora de la Revista de Jineolojî, así como miembro del Centro de Investigación de Jineolojî de Suleimaniya, fue asesinada en el distrito de Bextiyar de Suleimaniya el martes. La Academia de Jineolojî del Norte y el Este de Siria ha instalado una carpa de protesta en Hesekê para condenar el asesinato.

La carpa está instalada en el parque Rêber Apo, en el distrito de Nasira. Allí se han colgado fotos de mujeres kurdas asesinadas como la co-presidente de la Oficina de Justicia y Ejecución Zeyneb Mihemed, Jina Amini o Nagihan Akarsel.

Según el Comité Preparatorio, la acción en la carpa durará dos días. El primer día, ayer miércoles, la Academia de Jineolojî hizo una declaración de inauguración de la acción, mientras que Kongra Star, el Consejo de Familias de Mártires de Hesekê, la Unión de Mujeres Jóvenes y numerosas mujeres se acercaron hasta la carpa para protestar.

El segundo día, hoy, miembros de instituciones afiliadas a la Administración Autónoma de la Región de Cizre, el TEV-DEM y representantes del PYD asistirán a la acción, que finalizará con una nueva declaración.

Eliya Amara, miembro de la Academia de Jineolojî, dijo: “Esta carpa representa la voluntad de toda mujer libre. Con esta acción, las mujeres responden a las políticas del Estado turco fascista y de todos los Estados patriarcales hacia las mujeres. Además, con esta acción, queremos hacer llegar la voz de toda mujer libre y decir al mundo entero que la voluntad de las mujeres no será quebrantada por las balas disparadas contra Nagihan Akarsel”.

El enemigo no podrá impedir nuestra lucha

La iniciativa Mujeres Protegen al Kurdistán de la Ocupación también hizo una declaración sobre el asesinato de Akarsel.

La declaración decía lo siguiente: “Ella trabajaba en Rojava. Participó en zonas de lucha como Afrin y Shengal. También estuvo cautiva en las cárceles del Estado turco durante varios años, y trabajó con mujeres del Kurdistán del Sur en la Oficina de Asuntos de la Mujer Kurda y en el Centro de Investigación de Suleimaniya. El enemigo no podrá impedir nuestra lucha. Nuestra lucha continuará hasta que nuestro pueblo obtenga sus derechos legítimos”.

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