Ante la proximidad del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el 25 de noviembre, las organizaciones de mujeres preparan actos y acciones a toda marcha. El objetivo de estas actividades es establecer un movimiento callejero contra la violencia hacia las mujeres y los feminicidios, al tiempo que se entablan debates sobre las causas y raíces de la violencia machista. Los preparativos se centran en medidas prácticas para combatir la violencia individual, las actitudes patriarcales, la violencia estatal, los ataques a los derechos de las mujeres y las barreras policiales. Feride Eralp y la abogada feminista Diren Cevahir Şen evaluaron la gravedad de la violencia y los feminicidios contra las mujeres.
"Los hombres ven la violencia como un derecho"
Eralp señaló que los hombres perciben la violencia contra las mujeres como un derecho. «Los hombres definen su vida dentro de los límites de la vida de las mujeres. Ellos creen que tienen una forma de propiedad sobre las mujeres. Esto ocurre tanto en Turquía como en otras regiones. Cuando los hombres se enfadan, abusan de sustancias, son infelices por alguna razón o se enfrentan a la ruina económica, no van y matan a sus jefes; matan a las mujeres. Este comportamiento tiene sus raíces en el patriarcado. Las feministas llevamos muchos años intentando articular esto, y el punto fundamental que queremos transmitir es que la manifestación de esto como violencia masculina es una relación de poder. Surge de un sistema que permite a los hombres existir oprimiendo y explotando a las mujeres», dijo Eralp.
La desigualdad normaliza la violencia
Eralp subrayó que el sistema machista da a los hombres la noción de ser privilegiados al tiempo que impone responsabilidades a las mujeres. «A pesar de las llamadas feministas para que se preste atención a las leyes, sigue existiendo una realidad inamovible: el hombre se considera con derecho a infligir violencia a la mujer cuando su palabra no es atendida. Se trata, pues, de una cuestión de dominación. Mientras no se erradique esta desigualdad, la violencia seguirá normalizándose y ya se está normalizando, pues no se nos acepta como seres independientes, sino como meros entes secundarios dentro del marco familiar», declaró.
"Hay que hacer visibles todas las formas de violencia"
Eralp señaló que consideran que el primer paso de la lucha es poner nombre a la violencia machista. Destacó que la sociedad tiende a valorar su respuesta a la violencia como algo lejano a sus propias vidas. «Existe la creencia generalizada de que las personas que conocemos, las que caminan por nuestras calles, el supermercado local en el que compramos, no son los hombres con los que convivimos, que ejercen la violencia como si fueran individuos con trastornos sociales que están ahí fuera, lejos de nosotros. Sin embargo, la violencia no empieza con asesinatos brutales. Empieza cuando un hombre insiste en que el sueldo de su mujer se ingrese en su cuenta, controla lo que ella se pone cuando sale o se siente con derecho a pedirle las contraseñas de su teléfono y de las redes sociales con la excusa del amor. Aquí es donde podríamos calificarlo erróneamente de amor en lugar de violencia. La relación de propiedad que los hombres establecen con nosotras, en la que se consideran con derecho a poseernos, está en la raíz de la violencia. Debemos hacer visibles estas formas tan cotidianas de violencia; creo que es un deber importante para nosotras como feministas».
Eralp afirmó que saldrán a la calle el 25 de noviembre contra la normalización de la violencia machista por parte del Estado, su impunidad y la violencia de Estado que se establece a través de la violencia machista. Hizo un llamamiento a todas las mujeres para que salgan a la calle.