Irán está afrontando una serie de importantes problemas económicos debido a las sanciones internacionales, pero también a la corrupción, factores climáticos como la sequía y una baja inversión internacional entre otras causas.

En este ambiente, el desempleo está afectando sobretodo a las mujeres. Millones de mujeres trabajadoras son pagadas mucho menos que los hombres.

Irán es miembro de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas. Sin embargo, esta comisión diseñada para mejorar e incrementar los derechos de las mujeres, no ha implementado ningún tipo de medida en Irán.

Más bien al contrario, el régimen de la República Islámica de Irán, en vez de “eliminar leyes discriminatorias y obstáculos estructurales contra las mujeres”, está de hecho generando más.

Una aproximación diferente al “papel” de la mujer

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer trabaja para “garantizar oportunidades iguales” para las mujeres pero el gobierno iraní discrimina y margina a las mujeres.

El líder religioso iraní Ali Khamenei dijo en este sentido que “Dios ha creado a la mujer para un propósito concreto en la vida… el trabajo no es una preocupación para ella”.

Sin embargo, las mujeres que trabajan a pesar de todas las restricciones están expuestas a graves injusticias en el mercado laboral. Las mujeres habitualmente perciben salarios mucho más bajos que los hombres y no están dadas de alta por lo que no tienen ningún tipo de seguro social.

Esto deja a las mujeres frente a una situación de esclavitud en el mercado laboral.

Todas estas injusticias en el merado laboral generan una situación mucho más difícil para las mujeres trabajadoras que a menudo han de mantener solas a los otros miembros de la familia.

Irán tiene una población de 82 millones de personas. El numero de trabajadoras con salario bajos y obligadas a cuidar de sus familias se estima en 3,5 millones.

Según estas cifras que se dieron a conocer durante el debate de Marzo en el Parlamento Iraní, desde otoño de 2017 las ayudas al salario para las mujeres trabajadoras que mantienen a sus familias solas se han recortado.

Solo el 5% de las mujeres están dadas de alta en la Seguridad Social

Además de los salarios bajos, casi el 95% de las mujeres iraníes no están dadas de alta en la seguridad social. Este es uno de los problemas más grandes a los que tienen que hacer frente las mujeres trabajadoras.

Según las cifras oficiales, solo 180.000 de las 3,5 millones de mujeres que aparecen como cabezas de familia tienen un seguro social. Más aun, las ayudas estatales de este 5% de mujeres con seguridad social solo llega al 10% del salario mínimo.

Vendiendo órganos para sobrevivir

Millones de mujeres que no pueden sobrevivir y mantener a su familia con su trabajo en Irán están recurriendo a soluciones que podrían poner en riesgo su vida. Muchas mujeres de Irán tienen que recurrir a las mafias de traficantes de órganos para poder obtener los ingresos económicos necesarios.

Las trabajadoras son el segmento más afectado de la economía en un país en el que la esclavitud no ha sido de hecho eliminada. Según un estudio elaborado por profesores universitarios, las mujeres conforman la mayoría de las personas que pierden su trabajo debido a la crisis.

El segmento de entre las mujeres más golpeadas por la crisis es el de las mujeres que están casadas y tienen hijos están entre las más excluidas del mercado laboral.

Según las cifras elaboradas por la profesora Fatma Sadeghi y publicadas por la agencia de noticias Fars, el numero de trabajadoras que trabajan después de tener hijos es de 74.000. Sadeghi afirma que las mujeres son despedidas o excluidas del mercado laboral cuando solicitan la baja maternal, mientras que se contrata a mujeres solteras.

Una reforma que prohibía el despido de las mujeres durante el periodo de dos años de lactancia ha sido retirada por un tribunal administrativo de alto rango el último año.

Con título universitario pero sin trabajo

Mientras que el numero de mujeres entre los graduados universitarios en Irán es más alto que el de hombres en los últimos 20 años, las mujeres no ven reflejada está situación en el mercado laboral.

Según cifras oficiales, el número de mujeres que se han graduado de las universidades en los últimos 20 años es de 2 millones, es decir, el 60% del total. Sin embargo, y según las mismas fuentes cada año al menos 100,000 mujeres son despedidas de su trabajo. Estas cifras solo contemplan a las mujeres que están dadas de alta en la seguridad social por lo que las cifras reales son muchas más altas.

El año pasado, una noticia informaba de una mujer de Shahrvand, que poseía un título universitario y trabajaban vendiendo bocadillos para ganar entre 150,000 y 300,000 ríales al mes. El salario mínimo es de 1 millón de ríales y el umbral de pobreza se sitúa en los 5 millones de ríales.