El Movimiento por la Libertad de las Mujeres Yazidíes (TAJÊ) celebró una reunión para discutir el aislamiento agravado impuesto al líder kurdo Abdullah Öcalan, quien ha estado recluido en aislamiento agravado en la prisión de la isla de Imrali desde su captura y secuestro en Turquía como resultado de una conspiración internacional en febrero de 1999.
Decenas de mujeres asistieron a la reunión celebrada en Duhla el jueves. Pakize Celal, miembro del TAJÊ, pronunció un discurso en la reunión que comenzó después de un minuto de silencio. Celal habló sobre la masacre yazidí del 3 de agosto de 2014: “En ese momento, todo el mundo se hizo de la vista gorda con nosotros. Pero Öcalan envió a sus discípulos para protegernos. El enemigo ahora quiere llevar a cabo una nueva masacre. Sin embargo, hemos establecido nuestras fuerzas en base a las ideas de Öcalan, estamos organizados y no le tenemos miedo a nadie”.
Celal recordó que hacía mucho tiempo que no se recibía información sobre el estado de Öcalan en prisión y subrayó que, como pueblo de Shengal, estaban dispuestos a hacer todo lo posible para romper su aislamiento. Hizo un llamado a la gente de Shengal para que defienda la libertad física de Öcalan y aumente la lucha con este fin.
Celal enfatizó que las y los discípulos de Öcalan cuidaron de todos en Shengal, y la gente de alli debería abrazarlo a cambio. “El aislamiento impuesto a Öcalan se está agravando gradualmente. Es castigado con este método ya que se le considera responsable de la liberación de los yazidíes”, agregó.
Una ciudadana llamada Meyan Şengali tomó la palabra y agregó: “Nos hemos levantado con las ideas y pensamientos de Öcalan, nos organizamos y llegamos a conocer a nuestros compañeros y enemigos. Como pueblo Yazidi, nunca olvidaremos a aquellos que nos ayudaron y aquellos otros que nos hicieron mal. Esperamos que Öcalan recupere su libertad física y conozca a las madres yazidíes en el Monte Shengal”.
Tras los discursos, se proyectó un documental biográfico sobre el líder kurdo.