Encarcelado desde hace más de 24 años en la isla prisión de Imrali, el líder del pueblo kurdo, Abdullah Öcalan, lleva ya 30 meses recluido en régimen de incomunicación, sin ningún contacto con el mundo exterior. La total falta de información sobre la situación de Öcalan y sus tres compañeros de prisión – Hamili Yıldırım, Ömer Hayri Konar y Veysi Aktaş – genera crecientes preocupaciones sobre su seguridad y salud. Innumerables solicitudes de visitas presentadas durante años por los abogados y familiares de los detenidos de Imrali han quedado sin respuesta.
La Unión de Mujeres Jóvenes de Kobanê organizó una marcha para denunciar la conspiración internacional contra Abdullah Öcalan que resultó en su entrega a Turquía en 1999, desde cuando se encuentra cautivo en la isla prisión de Imrali en el Mar de Mármara en Turquía.
Después de la marcha hubo una manifestación en la que una miembro de la Unión, Ciwan Alîkar Mistefa, leyó un comunicado de prensa que decía: “Las potencias genocidas iniciaron el mayor salvajismo contra el líder del pueblo kurdo hace 25 años. La conspiración tenía como objetivo aniquilar al pueblo kurdo y al movimiento por la libertad. El líder Öcalan abandonó Siria el 9 de octubre de 1998 debido a la represión estatal turca y viajó a Europa para desarrollar una solución democrática a la cuestión kurda. Buscando impedir los esfuerzos del líder Öcalan por la libertad del pueblo kurdo y la búsqueda de la paz en Medio Oriente, las potencias conspirativas no permitieron el reconocimiento del líder Öcalan en ninguna parte”.
Al señalar que la conspiración se desarrolló contra el pueblo kurdo y todos los pueblos libertarios en la persona de Abdullah Öcalan, la declaración agregó que "La libertad del pueblo kurdo y de las mujeres del mundo no se puede lograr a menos que se logre la libertad física del líder Abdullah Öcalan".
Finalmente, en la declaración expresaron: "Nuestro deber principal es romper el aislamiento impuesto a Abdullah Öcalan y lograr su libertad física".