En vísperas del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, las mujeres de Estambul se manifestaron bajo el lema "Tenemos una cuenta que saldar, tenemos el poder de construir lo nuevo". La reunión en Kadıköy, organizada por la Plataforma de Mujeres 8 de Marzo con sede en Estambul, fue acompañada por un gran contingente policial. A pesar de los cordones policiales, los participantes acudieron al muelle del ferry, exigiendo en voz alta la renuncia del gobierno de Erdogan.
Las Madres de la Paz caminaron en primera línea. Algunas manifestantes llevaban fotos de mujeres encarceladas, como los políticos del HDP Figen Yüksekdağ y Gülten Kışanak, y exigieron "Libertad para los presos políticos". El lema "Jin Jiyan Azadî" (Mujer, Vida, Libertad) fue coreado para expresar solidaridad con las mujeres que luchan en Irán.
La Plataforma de Mujeres del 8 de marzo emitió una declaración en turco, kurdo y árabe. "Estamos unidas en nuestra ira y rebelión contra la violencia machista y estatal, contra el feminicidio, la pobreza, el Islam político, la guerra, la transformación de eventos naturales en masacres, la política orientada al lucro y el saqueo", declaran en tres idiomas.
La Alianza de Mujeres señaló: "La política de guerra del gobierno no se detiene en un terremoto y nos impone una vida basada en el militarismo, el nacionalismo y el sexismo. El Estado trata de cubrir la ira de la gente por sus pérdidas con odio hacia los migrantes y refugiados. La gente es asesinada por el Estado".
Después del terremoto, advierten que quedó claro cuán vital es el multilingüismo en el servicio público. "La agencia de gestión de desastres AFAD trató de comunicarse con los atrapados en el terremoto en un solo idioma. Aquellos que impiden la solidaridad diversa de las mujeres contra el monismo quieren subyugar a las mujeres que luchan por un mundo libre e igualitario y contra la guerra. Nuestras compañeras en la lucha de nuestras mujeres están siendo asesinadas en ataques planeados por el estado. En las cárceles y la custodia policial, la tortura se normaliza mediante registros corporales y la liberación de las mujeres encarceladas se impide mediante medidas arbitrarias. ¡Las mujeres no nos hemos sometido y no nos someteremos!"
En conclusión, la Alianza de Mujeres dijo: "Sabemos que aquellos que asesinaron a las tejedoras en Nueva York el 8 de marzo de 1857 encerrándolas en la fábrica son los mismos gobernantes capitalistas que hoy dejan morir a la gente en terremotos bajo los escombros y venden tiendas de campaña para los sobrevivientes. Nuestra única garantía contra el estado dominado por los hombres que ignora nuestras vidas es nuestra lucha, nuestra única garantía es nuestra unidad. Hoy estamos aquí con nuestra rebelión y enojo para reconstruir nuestros lugares en solidaridad. Las mujeres construiremos una vida igualitaria y libre sin violencia ni explotación a través de nuestra lucha común. Construiremos lo nuevo. Defenderemos nuestras vidas. ¡Viva la solidaridad de las mujeres!"