Las mujeres recluidas en la prisión cerrada de mujeres de Bakırköy han ininciado una huelga de hambre de tres días contra el aislamiento del político kurdo Abdullah Öcalan, el uso de armas químicas por parte de Turquía contra las guerrillas de las HPG en Bashur y las violaciones de los derechos en las prisiones.
Las mujeres, recluidas en tres pabellones distintos, enviaron un mensaje al pueblo a través de sus abogados en el que decían que el uso de armas químicas es un crimen contra la humanidad y que habían decidido iniciar una huelga de hambre para protestar por ello. Señalando que debería formarse un comité independiente sobre el uso de sustancias químicas e ir a la región para llevar a cabo una investigación adecuada, las mujeres hicieron un llamamiento a la población para que se pronuncie sobre este asunto.