Otro incidente de tortura surgió de la prisión de mujeres cerrada Tarsus Tipo T, que permanece en la agenda con casos desenfrenados de malos tratos y violencia.

El 24 de agosto, 6 presas fueron golpeadas por los guardias y arrastradas por el suelo a las celdas. Las presas informaron a sus familias sobre la violencia a la que estaban sometidos, diciendo lo siguiente:

"Los guardias con los nombres Aslı, Ayşe y Demet asaltaron la la sala C8. En esa sala estaban las internas Fatma Gökhan, Güler Aruk, Nevroz, Nüçel, Berivan Reşit, Selvi Yılan y Kaniye Ağrıman. Nos arrastraron al suelo y nos arrojaron a las celdas solitarias de aislamiento. Después de tres horas nos trajeron de vuelta. A la tarde nos llevaron a la enfermería y aunque escribieron un informe de la golpiza, no nos dieron esos informes. Los guardianes Aslı, Demet y Ayşe están allanando las salas y están tratando de provocarnos".

Las familias exigieron el fin de la presión y la tortura contra las prisioneras.