Rîham Hesen: “Shengal es un ejemplo de vida democrática”
Rîham Hesen, co-presidente de la Administración Autónoma de Shengal, destaca la importancia del gobierno autónomo y el derecho de cada comunidad a determinar su propio destino.
Rîham Hesen, co-presidente de la Administración Autónoma de Shengal, destaca la importancia del gobierno autónomo y el derecho de cada comunidad a determinar su propio destino.
Tras el genocidio de 2014, la comunidad yazidí estableció la Administración Autónoma de Shengal, construyendo su propio sistema y gobierno para dar forma a su futuro.
El 3 de agosto de 2014, el ISIS lanzó una brutal campaña contra la comunidad yazidí en Shengal, facilitada por el Partido Demócrata del Kurdistán (KDP). Miles de yazidíes fueron masacrados, y las mujeres yazidíes fueron esclavizadas, vendidas en mercados o quemadas vivas en campos de prisioneros. Durante esta atrocidad, el mundo permaneció en silencio ya que el objetivo era la aniquilación sistemática del pueblo yazidí. Sin embargo, inspirados por la filosofía y la visión de Abdullah Öcalan, los luchadores por la libertad intervinieron para liberar Shengal del control de las fuerzas del ISIS. Su resistencia marcó un punto de inflexión significativo, salvando a Shengal de una mayor destrucción.
La resistencia inspirada por las ideas y la filosofía de Abdullah Öcalan, líder popular kurdo y preso por el Estado turco en régimen de aislamiento agravado desde 1999, se convirtió en la fuerza impulsora detrás de la liberación de Shengal del control del ISIS. La comunidad yazidí, decidida a proteger su existencia, emprendió iniciativas educativas y se organizó para la autodefensa. Al mismo tiempo, comenzó a establecer sus propios consejos y estructuras organizativas.
Tras la liberación de Shengal, los y las yazidíes comenzaron a reconstruir sus hogares y a establecer sus sistemas de defensa. Al adoptar un modelo de gobierno autónomo democrático, la comunidad yazidí fundó su propio sistema de administración en Shengal. Ahora, cuando este modelo de gobierno democrático entra en su décimo año, el pueblo yazidí continúa organizándose para mantener su libertad y autonomía. El sistema autónomo de Shengal abarca a todas las naciones y comunidades.
Rîham Hesen ha reflexionado sobre el papel de las guerrillas de la libertad en la liberación de Shengal, afirmando: “Aparte del líder Apo (Abdullah Öcalan) y sus guerrillas, todos querían que Shengal fuera destruida. Con el llamado del líder Apo a las guerrillas para la liberación de Shengal, surgió una resistencia notable, y Shengal fue liberada. La liberación de Shengal del ISIS se logró mediante los esfuerzos de las guerrillas de la libertad del Kurdistán, así como las contribuciones de las mujeres y jóvenes yazidíes. Shengal fue liberada con la guía de las ideas y perspectivas del líder Apo, y es con su filosofía que se estableció la Administración Autónoma de Shengal”.
La autodefensa como derecho
Rîham Hesen ha subrayado que la autodefensa y la organización son derechos de todos los seres vivos y ha continuado: “Este proyecto de solución es para todos los pueblos oprimidos y marginados. La Administración Autónoma se creó en Shengal para garantizar que la comunidad yazidí pueda defenderse y avanzar en todos los ámbitos. El pueblo yazidí se ha dado cuenta, mediante la unidad y la solidaridad, de que puede superar los efectos de 74 campañas genocidas. Hoy, el pueblo yazidí ha demostrado una vez más que, incluso sin el apoyo de los Estados, es capaz de proteger sus propias vidas. Los Estados internacionales están debatiendo este proyecto, pero actúan únicamente en su propio interés, descuidando las necesidades y las condiciones de la gente. Este proyecto ofrece un camino hacia una solución para todas las comunidades. Todo ser vivo tiene derecho a defender su existencia y, como pueblo yazidí, defendemos este derecho. Es nuestro derecho. Para nosotros y nosotras, las mujeres yazidíes, los jóvenes y las fuerzas de seguridad de Êzidxan tienen la fuerza para garantizar esta defensa”.
La Administración Autónoma: un modelo para todos y todas
Hesen ha subrayado también la importancia del gobierno autónomo, enfatizando que es un modelo no sólo para el pueblo yazidí sino para todas las comunidades: “En esta era, el establecimiento de una administración autónoma representa la mayor expresión de la voluntad del pueblo porque esta estructura fue construida por el propio pueblo. Cuando hablamos de administración autónoma, estamos definiendo esencialmente la voluntad del pueblo. Dentro de la administración autónoma, el Movimiento de Mujeres Libres Yazidíes (TAJÊ) continúa su trabajo, con muchos esfuerzos organizados en marcha. TAJÊ colabora con todas las mujeres y fomenta su organización. Además, existen proyectos educativos diseñados específicamente para mujeres dentro de este sistema. La juventud yazidí y sus organizaciones también son una parte esencial de este marco. Dentro de la administración autónoma, todos y todas, desde los más jóvenes hasta los más mayores, encuentran su lugar, construyen sus propias organizaciones y participan en programas educativos.
Shengal no solo es el hogar de los yazidíes, sino también de los chiítas, árabes y otras comunidades diversas. Por esta razón, la administración autónoma apoya a todos y a todas, respetando todas las creencias e identidades. Cada comunidad tiene derecho a determinar su propio destino. Para lograrlo, se debe amplificar la voz de la libertad y defender el gobierno autónomo. Cualquiera que busque la libertad puede encontrar su lugar dentro de la administración autónoma”.
Además, Hesen ha reafirmado su compromiso con la lucha por la libertad, afirmando: “Hemos sacrificado a miles de mártires y soportado inmensas dificultades para llegar a este punto. El genocidio de 2014 contra la comunidad yazidí trajo consigo una destrucción masiva y la pérdida de innumerables vidas. Desde entonces, los ataques del Estado turco han persistido y nuestros pioneros y pioneras siguen siendo el objetivo.
Figuras como Seît, Dîndar, Dişwar, Çeko y Mam Zekî se convirtieron en símbolos de la voluntad y la representación de nuestro pueblo. Como comunidad yazidí, siempre apoyaremos esta lucha por la libertad y nunca abandonaremos el camino hacia la liberación. Si deseamos vivir libremente, debemos recorrer este camino, porque esta lucha es la única forma de victoria para nuestro pueblo. Hoy, las YJS (Unidades de Protección de Mujeres Yazidíes), las YBS (Unidades de Resistencia Shengal) y las Fuerzas Êzidxan Asayish no solo defienden a la comunidad yazidí, sino que también protegen al pueblo de Irak. Nuestras fuerzas no solo están comprometidas con la protección de la comunidad yazidí, sino que también luchan por la libertad de todos los pueblos”.
Apoyo del Estado turco al ISIS
Hesen ha destacado el apoyo del Estado turco al ISIS durante los ataques de 2014 contra la comunidad yazidí, afirmando: “El 3 de agosto de 2014, las bandas del ISIS lanzaron ataques contra la comunidad yazidí. Al mismo tiempo, las fuerzas entrenadas y dirigidas por el ISIS recibieron el apoyo del Estado turco en sus ataques a Shengal. Sin embargo, fueron las HPG (Fuerzas de Defensa del Pueblo) y las guerrillas YJA-Star las que liberaron Shengal. Hoy, Shengal está protegida por las Fuerzas YJŞ, YBŞ y Êzidxan Asayish. Esta resistencia es la fuerza que nos une porque nos definimos como parte del pueblo iraquí. Continuamos nuestros esfuerzos para evitar que nuestros enemigos den un solo paso en nuestras tierras, contaminadas por sus intenciones”.
Llamando la atención sobre los ataques del Estado turco para dominar Irak, Rîham Hesen ha declarado: “El Estado turco tiene un objetivo estratégico al apuntar a Shengal. Shengal es una región de gran importancia y valor estratégico para ellos. Si Shengal no hubiera sido liberada en ese momento, su estrategia habría fracasado. Si Shengal hubiera caído en manos del Estado turco, habrían ganado un punto de apoyo para intervenir en toda la región, empezando por Shengal. Por esta razón, todas las fuerzas en Irak deben unirse seriamente y debe mostrarse una fuerte resistencia para proteger a nuestro pueblo”.
Hesen ha destacado también los desafíos que enfrenta la comunidad yazidí, en particular su incapacidad para visitar Laleşa Nûranî, un lugar sagrado para los yazidíes. Sobre esto, ha afirmado: “Actualmente, cientos de yazidíes están encarcelados en cárceles iraquíes. Muchos otros no pueden atravesar regiones de Irak para llegar a Laleşa Nûranî porque siguen bajo la opresión de sus enemigos, privados de su libertad. Después de la resistencia en Shengal, muchos jóvenes yazidíes intentaron viajar al Kurdistán Sur (Bashur), pero aún se encuentran detenidos en prisiones. Las mujeres yazidíes que intentan llegar al Kurdistán Sur a menudo desaparecen, y el gobierno allí no asume la responsabilidad. No investiga estos casos ni ofrece asistencia alguna a estas mujeres”.
Hesen ha destacado la importancia de la unidad dentro de la comunidad yazidí, afirmando: “Si el pueblo yazidí se mantiene unido, podrá superar todos los ataques. Como pueblo yazidí, nuestra esperanza es que estos genocidios y políticas opresivas finalmente lleguen a su fin. Sin embargo, nuestro pueblo no debe caer en la complacencia, pensando que la amenaza del genocidio ha terminado. Las políticas existentes todavía plantean peligros significativos. Nuestra unidad nos ha permitido establecer nuestro propio ejército, consejo y estructuras de administración autónomos. Las ideas y la filosofía de Abdullah Öcalan se han convertido en un camino guía, ofreciendo soluciones a los problemas que enfrentan todas las comunidades hoy. Nuestro ejemplo es una fuente de esperanza para todos los pueblos que luchan por la libertad, la igualdad y la justicia”.
Reconocimiento del genocidio
Finalmente, Rîham Hesen ha destacado la importancia de reconocer oficialmente el genocidio contra el pueblo yazidí por parte de Irak, afirmando: “El mundo sabe que el genocidio contra los yazidíes fue llevado a cabo por ISIS. Debemos distinguir entre genocidios y otros ataques porque el propósito del genocidio era erradicar por completo al pueblo yazidí. Miles de mujeres y niños yazidíes fueron asesinados, esclavizados y vendidos, mientras que los hombres fueron masacrados. Hasta el día de hoy, el rastro de muchos sigue siendo desconocido. Las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) y la comunidad yazidí en Rojava hicieron enormes esfuerzos para rescatar a los yazidíes de las manos del ISIS. Les extendemos nuestra gratitud una vez más. Dieciséis países han reconocido oficialmente este genocidio. Sin embargo, Irak aún no lo ha hecho y no ha permitido que nuestro pueblo implemente sus propios proyectos. La voluntad de nuestro pueblo continúa siendo reprimida. En numerosas ocasiones, nuestros representantes de la administración autónoma se han reunido con las autoridades iraquíes, pero no se han tomado medidas para reconocer el genocidio. Si se reconociera, se podrían iniciar procedimientos legales y los perpetradores podrían rendir cuentas.
Sin embargo, Irak se niega a admitir sus crímenes y sigue evadiendo la responsabilidad por el genocidio contra el pueblo yazidí. Incluso los países que han reconocido el genocidio han hecho poco para apoyarnos. Todo el mundo sabe que ISIS atacó a los y las yazidíes con el apoyo del KDP. Una vez más, como en el pasado, el KDP no apoyó a Shengal ni al pueblo yazidí. Para oscurecer estas verdades, los debates sobre el genocidio resurgen cada año el 3 de agosto, a menudo centrados en cuestiones materiales. Pero como yazidíes, no buscamos ganancias materiales. Nuestro único objetivo es reclamar nuestros derechos y lograr la libertad. Somos un pueblo que se niega a rendirse y que no permitirá que se borre nuestra existencia. Si alguien intenta aniquilar a nuestro pueblo, nunca lo permitiremos. En cambio, fortaleceremos nuestra organización y continuaremos nuestra lucha por la justicia y la libertad”.