El Movimiento de Mujeres Kurdas en Europa (TJK-E) ha hecho un llamamiento para que el 8 de marzo sea el punto culminante de la lucha por la libertad contra el sexismo, el fascismo, el nacionalismo, el fanatismo religioso y el pensamiento reaccionario.

El TJK-E presenta sus actividades para el Día Internacional de la Lucha de las Mujeres de este año, el 8 de marzo, bajo el lema "Con Jin-Jiyan-Azadî a la revolución de las mujeres". Del 1 al 10 de marzo están previstos actos, seminarios, proyecciones de películas, reuniones de mujeres, exposiciones de cuadros y otros eventos culturales en numerosos países europeos.

Uno de los platos fuertes del programa son las conferencias contra el sexismo celebradas el 2 de marzo en Fráncfort del Meno y el 3 de marzo en París y Basilea. Las conferencias, tituladas "El sexismo mata, la lucha libera", forman parte de la ofensiva educativa del TJK-E y pretenden cambiar la conciencia de la comunidad kurda. Los días 8 y 9 de marzo tendrán lugar manifestaciones y concentraciones junto con otras organizaciones de mujeres de toda Europa.

Creemos juntas el tiempo de la libertad, y no olvidemos que el fascismo perderá y las mujeres vencerán.

La declaración de TJK-E recoge lo siguiente: "Llamamos a todas las mujeres a hacer del 8 de marzo el clímax de la lucha por la libertad contra el sexismo, el fascismo, el nacionalismo, el fanatismo religioso y el pensamiento reaccionario. Iluminemos cada momento en todas partes con conciencia y acciones de libertad para superar el sistema patriarcal como fuente de toda fealdad y maldad y construir una vida libre con mujeres y hombres libres. Creemos juntas el tiempo de la libertad, y no olvidemos que el fascismo perderá y las mujeres vencerán".

La lucha de las mujeres libres se ha convertido en la esperanza de la humanidad en el siglo XXI.

La declaración continúa: "Celebramos el 8 de marzo con la convicción de que el siglo XXI será el siglo de la liberación de las mujeres. Con esta convicción y gran amor, recordamos a nuestras amigas Sara, Rojbîn, Ronahî, Evîn, Bişeng y a todas las que murieron en la lucha por la libertad. En el primer cuarto del siglo XXI ha quedado muy claro que la modernidad capitalista tiene pocas posibilidades de sobrevivir frente a las mujeres despiertas y conscientes. La resistencia de mujeres como Rosa, Sara o las hermanas Mirabal y Hevrîn Xelef ha crecido ola tras ola y ha allanado el camino hacia una vida libre para todo el mundo actual. La lucha de las mujeres libres se ha convertido en la esperanza de la humanidad en el siglo XXI. El poder dinámico de las mujeres kurdas desempeña un papel crucial e inspirador en esta lucha. Han mostrado su fuerza social, política y militar al mundo entero. Se hizo especialmente visible con la revolución de las mujeres en Rojava y representa la lucha contra el feminicidio y el genocidio. Expandir esta esperanza es el objetivo común de los movimientos de mujeres de todo el mundo."

Nos encontramos en un punto de inflexión crítico con grandes oportunidades y grandes riesgos para un futuro colectivo y libre para las mujeres y todas las demás identidades ignoradas.

La declaración añade: "La época actual ha creado las condiciones para un cambio radical en las estructuras políticas y sociales y en las formas de pensar que se han desarrollado durante siglos. Nos encontramos en un punto de inflexión crítico con grandes oportunidades y grandes riesgos para un futuro colectivo y libre para las mujeres y todas las demás identidades ignoradas. En todo el mundo se está desarrollando una oposición social cada vez más organizada y activa. Por el contrario, las fuerzas del sistema monopolista capitalista son incapaces de controlar y dirigir los movimientos alternativos y las crisis en todo el mundo. Esto representa un grave lastre para la modernidad capitalista".

El Kurdistán se ha convertido en el centro de los actuales conflictos violentos, pero también en el centro de las posibles soluciones.

La declaración insiste: "En la Tercera Guerra Mundial que está teniendo lugar, el Kurdistán se ha convertido en el centro de los actuales conflictos violentos, pero también en el centro de las posibles soluciones. Todas las fuerzas globales, regionales, locales y sociales deben participar inevitablemente en este proceso histórico. Mientras las potencias hegemónicas centrales intentan mantener su dominio y afirmar sus intereses en la remodelación de Oriente Medio con nuevas relaciones y acuerdos de poder, las fuerzas democráticas que se reclaman elementos de la modernidad democrática buscan formas de transformar el caótico entorno en favor de las mujeres y en beneficio de los pueblos".

El monopolio masculino capitalista y el modelo de Estado-nación han demostrado ser un callejón sin salida, causando caos y masacres.

La declaración subraya que "el modelo social democrático tiene las mayores perspectivas de éxito para resolver los conflictos de Oriente Medio. La solución de una modernidad democrática, definida por Abdullah Öcalan como la tercera vía, pretende construir un confederalismo democrático en Oriente Medio. El monopolio masculino capitalista y el modelo de Estado-nación han demostrado ser un callejón sin salida, causando caos y masacres. El movimiento que surgió con Abdullah Öcalan como fuente de ideas, creó el terreno para el desarrollo de la modernidad democrática como tercera vía. La expresión más sencilla y clara de ello es el lema ‘Jin, Jiyan, Azadî’ que resuena en todo el mundo. Muestra una solución para las mujeres y los pueblos que va más allá de las ideas tradicionales. Esto se aplica no sólo a las mujeres kurdas, sino también a las afganas, árabes, persas, baluchis, armenias y de todo el mundo".

Debemos organizarnos universalmente, empezando por el nivel local, basándonos en los principios ideológicos y políticos de la liberación de la mujer.

La declaración sigue: "Es de una importancia estratégica fundamental que luchemos juntas contra el patriarcado. La política mundial y regional de la modernidad capitalista patriarcal desde principios de siglo nos ha golpeado más duramente a las mujeres. En las guerras que libran las potencias patriarcales para mantener su hegemonía, se cuentan por millones las mujeres indefensas que son asesinadas, violadas, confiscadas como botín de guerra, obligadas a huir, convertidas en mano de obra barata y utilizadas como mercancía de prostitución. Por eso, las mujeres somos las que más queremos la salida de este caos y las que más lucharemos por ella. Por lo tanto, debemos organizarnos universalmente, empezando por el nivel local, basándonos en los principios ideológicos y políticos de la liberación de la mujer. Tenemos que ser prácticas y crear instituciones comunes. Además de concienciar sobre la cuestión de la liberación de la mujer, es necesario debatir soluciones y desarrollar conjuntamente ámbitos de aplicación. En este sentido, es esencial organizar a las mujeres de forma política, social, cultural, ecológica, ética, económica, en defensa propia y en diplomacia, con confianza en sí mismas, voluntad propia y estructuras autónomas. Ya se puede decir que el próximo año de lucha será entusiasta y rico en contenidos para nosotras. Invitamos a todas las mujeres a participar en nuestro sistema de mujeres y a caminar juntas de la mano, hombro con hombro, con amor, entusiasmo y esperanza."

Acciones del 8 de marzo

El plan de acción del TJK-E incluye, al menos y por el momento, manifestaciones y concentraciones en Alemania, Francia, Suiza, Finlandia, Suecia, Noruega, Austria, Países Bajos, Bélgica y Reino Unido.