Tres mujeres han sido asesinadas en la provincia de Erzurum el domingo. Las víctimas son Gülçin Karabıyık de 50 años y sus dos hijas Burçin Arslan (24) y Cansu Arslan (17). El perpetrador es Raci Arslan, el ex-marido de Karabıyık y padre de las dos hijas que fueron asesinadas con varios disparos. Karabıyık y su hija menor murieron en la escena del crimen en su apartamento mientras que la hija mayor murió de sus heridas en un hospital de Erzurum.

El autor intentó inicialmente huir, pero más tarde un francotirador de la unidad especial de la policía (PÖH) le disparó dos veces en la mano derecha y en la cavidad abdominal. Fue admitido en el hospital de Atatürk y no está en peligro de muerte. Se dice que el hombre tiene un total de 26 inscripciones en el registro criminal.

En Turquía, al menos 29 mujeres fueron asesinadas en noviembre por hombres de su entorno, y diez mujeres más murieron en circunstancias sospechosas. Las organizaciones de mujeres asocian el aumento del número de feminicidios con el discurso gubernamental de legitimación. El gobierno turco, por ejemplo, se opone a la Convención de Estambul para combatir la violencia contra la mujer y relativiza la violencia patriarcal.