Ya está en línea la 8ª conferencia de la serie “Rojava” sobre Ecología y Jineolojî promovida por la Universidad Global para la Sostenibilidad, el Centro de Diplomacia Civil en el Noreste de Siria y el Instituto Cooperativo Synergia.

La conferenciante en esta ocasión es Zehriban Hussein, miembro de la Academia de Jineolojî del Norte y el Este de Siria, mientras que la ponente fue Eleanora Gea Piccardi, estudiante de doctorado en el Centro de Estudos Sociais de Portugal.

Zehriban Hussein comienza la conferencia afirmando que la naturaleza no es algo muerto, que está viva. Nuestro tratamiento de la naturaleza como mera materia se hace en nombre de la industrialización y esto ha conducido a resultados catastróficos. Jineolojî es la ciencia de las mujeres y la ecología, una ciencia social. Las mujeres son las que traen la vida al mundo. Se trata de una ciencia que intenta comprender la vida, la naturaleza y las mujeres, así como las formas en que se entrecruzan y coexisten. La palabra mujer y vida provienen de la misma raíz: jin. Por lo tanto, Jineolojî también trata de encontrar soluciones a las cuestiones y problemas a los que se enfrentan la vida y las mujeres en el contexto del patriarcado y la materialización y subyugación de la naturaleza y las mujeres.

Esta es la realidad que hay que reconocer y a la que hay que responder, ya que existe una conexión integral y una similitud entre la naturaleza y el papel de la mujer y la naturaleza del mundo que nos rodea. Abdulah Ocalan enseñó que liberando a las mujeres podemos liberar también a la naturaleza. Jineolojî busca una alternativa a este modelo que también refleja la realidad que nos rodea. El propósito de la ciencia es servir a las necesidades de la sociedad. Sin embargo, la ciencia ha servido en cambio para destruir la naturaleza y socavar la sociedad humana. La liberación de la mujer es una reacción contra el sexismo. Al comprender la naturaleza de la mujer, también podemos cambiar los roles fijos que perpetúan el sexismo. Así que Jineolojî también trata de liberar a la sociedad del sexismo. El paradigma del confederalismo democrático se basa en la democracia, la ecología y la libertad de las mujeres. Estos son los tres pilares de la nación democrática.

El confederalismo democrático, por su parte, intenta desarrollar métodos que puedan hacer realidad estos principios de la Jineolojî. La educación es fundamental en este proyecto y se centra en enseñar a la gente a pensar, así como en el tratamiento de la política como proceso para organizar nuestras vidas y la de la sociedad. La ética y los valores morales son fundamentales en este enfoque de la política. La economía también es fundamental en este proyecto transformador. ¿Qué tipo de economía integra estos principios? El confederalismo democrático aspira a la creación de una economía social, no a la reproducción de una economía industrial capitalista y a la destrucción del medio ambiente.

De este modo, la ecología está íntimamente relacionada con estas cuestiones. La ecología debe incorporar ahora medidas radicales para proteger la naturaleza, y esto es extraordinariamente difícil de hacer en un mundo capitalista. Pero para encontrar soluciones, primero debemos entender cómo empezó la destrucción y explotación de la naturaleza. Si queremos que la sociedad sobreviva, debemos recuperar nuestro respeto por la naturaleza. Ecología e ideología deben estar alineadas.

Nuestra vida depende de ello. Eleanora Gea Piccardi comienza sus comentarios recordando el asesinato por las fuerzas turcas de Nagihan Akarsel y otras mujeres kurdas que han defendido los derechos de las mujeres. Esta violencia refleja un ataque continuo y sistemático no sólo contra las mujeres, sino también contra el medio ambiente y el intento de encontrar alternativas al capitalismo. Jineolojî es una respuesta significativa al asalto capitalista y patriarcal del Estado contra la vida. Jineolojî centra nuestra atención en Mesopotamia y en el temprano surgimiento del Estado y los sistemas jerárquicos en esta región. En las antiguas sociedades matriarcales, que también existían en la región, la lógica de la sociedad humana no se basaba en las formas dualistas que más tarde surgirían con los sistemas jerárquicos.

El surgimiento de la jerarquía supuso el vuelco de los valores tradicionales de afirmación de la vida por los de poder, explotación y acumulación de riqueza. Pero la Jineolojî no es lineal, como tampoco lo es la historia. Es un proceso en espiral, y estamos volviendo a reconocer formas que ya estaban presentes en el neolítico matriarcal. La Jineolojî y el conocimiento que reivindica dirigen nuestra atención a este proceso y a la inversión de los sistemas de poder jerárquicos y antiecológicos que están destruyendo el mundo.

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