Yihadista turca del ISIS: ‘todo era muy caro en Turquía’

Fatma Yildiz se unió al ISIS porque quería vivir de acuerdo con el Corán y la vida en Turquía era demasiado cara. Se ha casado cuatro veces en Siria, y sus cuatro hijos están muertos.

El califato de la milicia terrorista ‘Estado Islámico’ es historia. En la ciudad de Deir ez-Zor, en el este de Siria, los islamistas han sido empujados a una pequeña área. Es solo cuestión de tiempo que las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) anuncien su victoria militar sobre el ISIS.

En los últimos días, cientos de yihadistas y sus familiares en al-Bagouz se han rendido a las SDF. Lo que la mentalidad del ISIS ha hecho con el pensamiento de las mujeres se muestra en las declaraciones que hicieron tras su rendición. Ejemplo de ello son las palabras de Fatma Yilmaz, natural de Turquía: “Me uní al ISIS porque quería vivir de acuerdo con el Corán”, dice, y agrega que vivir en Turquía era muy caro.

La mujer, de 44 años, ya estaba en la yihad con su primer marido en Afganistán. Después de la muerte de su esposo, hace 5 años, se fue a Siria con sus 4 hijos. Aquí ella se casó sucesivamente con otros cuatro islamistas. Para Fatma, la vida en el califato del ISIS fue una decepción, como ella misma afirma: “Me uní al ISIS para vivir de acuerdo con el Corán. Después de dos o tres años, me di cuenta de que muchas cosas eran diferentes. Las mujeres solo estábamos en la casa. He visto que se han usado los sentimientos religiosos de la gente. Con el tiempo, muchas cosas se confundieron. Sí, el ISIS ha usado la religión como un medio para un fin”.

Al preguntarle si sabía que miles de mujeres y niños yazidíes fueron secuestrados y violados por el ISIS, Fatma responde: “He oído hablar de eso. No sé muchas cosas porque soy mujer. Las mujeres pertenecen a su casa”.

Ella reitera persistentemente que solo ha ido a Siria a vivir de acuerdo con el Islam. Ha perdido a sus 4 hijos y ahora quiere volver a Turquía. Acerca de sus hijos, nos dice: “Se han convertido en mártires de Alá (Dios)”. Ella llama a su viaje a Siria “hegira”, refiriéndose al traslado del profeta Muhammad a Medina en 622.

Como muchos otros yihadistas, Fatma Yildiz dice que cruzar la frontera de Turquía a Siria fue fácil. “La vida en Turquía era muy cara. No podía pagar mis facturas de electricidad y agua. Nos dijeron que en Siria todo es gratis. Con nuestros hijos cruzamos la frontera cómodamente. Primero fui a Jarablus, desde allí a Raqqa y Tabqa, y finalmente vine aquí. Aquí me casé con cuatro yihadistas del ISIS”.

Lo más sorprendente en las palabras de Fatma es su serenidad. No se reconoce ningún sentimiento de culpa.