YPJ: "La Nación Democrática es una alternativa contra el sistema de monopolios y Estados-nación"
Guerrilleras de las YPJ de distintas identidades nacionales hablan de su vida, sus opciones y sus creencias.
Guerrilleras de las YPJ de distintas identidades nacionales hablan de su vida, sus opciones y sus creencias.
Según Abdullah Öcalan, "la definición de una nación democrática, que no está limitada por fronteras políticas rígidas, una lengua, cultura, religión e interpretación de la historia, significa pluralidad y comunidades, así como ciudadanos libres e iguales que existen juntos y en solidaridad. La nación democrática permite al pueblo convertirse en nación por sí mismo, sin depender del poder ni del Estado, convirtiéndose en nación a través de la tan necesaria politización. Pretende demostrar que no sólo a través de la politización sino también, a falta de convertirse en Estado o adquirir poder, se puede crear una nación con instituciones autónomas en las esferas social, diplomática y cultural, así como en la economía, el derecho y la autodefensa, y construirse así como nación democrática".
En Rojava se está produciendo una revolución basada en una lucha a largo plazo del pueblo. Comenzó hace más de diez años, y desde entonces la vida de la sociedad ha cambiado fundamentalmente. Una de las aspiraciones de esta revolución es proponer una solución a la cuestión kurda, a los problemas de Oriente Medio y a una transformación democrática en general.
Se ha logrado gracias a la lucha continua de los pueblos y, en su esencia, a la lucha de liberación de las mujeres. Ha sido reconocido en todo el mundo por los movimientos democráticos y por las personas. En estos años, la sociedad ha cambiado mucho y siempre es importante comprender esas transformaciones. Uno de los problemas centrales a los que se enfrenta hoy Oriente Medio es cómo superar las políticas de opresión, asimilación y genocidio: una solución a esos problemas significa también, en última instancia, construir una alternativa al sistema de Estado-nación. La centralización del Estado-nación está vinculada al desarrollo del capitalismo, porque éste centraliza el poder en monopolios e intensifica las ideas fanáticas de nación hasta un punto final que inhibe la diversidad.
En sus escritos, Abdullah Ocalan critica la mentalidad positivista que aborda cualquier fenómeno de forma estrictamente analítica, un enfoque que abre el camino a la política genocida cuando se trata de la cuestión de las naciones. Al mismo tiempo, critica las actitudes que limitan su comprensión del problema de la nación a un fenómeno puramente construido o teórico.
En cambio, hace hincapié en la necesidad de analizar el problema, sus raíces históricas y su sistemática. Para superarlo, propone el paradigma de la Nación Democrática, que aclara que, ante todo, el objetivo de la sociedad es desarrollarse moral y políticamente.
La lucha para lograr esta transformación, por consiguiente, implica la liberación de la mujer y el desarrollo de un modo de vida ecológico. Significa superar la mentalidad de dividirlo todo en partes. En lugar del Estado-nación, Abdullah Ocalan propone la creación de una vida común y una autoadministración para todas las etnias, religiones y grupos sociales presentes en la región que, al mismo tiempo, ofrezca a todos la oportunidad de mantener su autonomía y autodefinir sus vidas. Debido a que las mujeres han sido la fuerza transformadora más fuerte de la revolución y a que su enfoque es muy flexible y abierto, han conseguido ser las pioneras en la superación de las fronteras nacionales, étnicas y religiosas. En el norte y el este de Siria, el paradigma de la nación democrática se está desarrollando en la práctica.
Fue nuestra lucha como YPJ la que abrió el camino a este cambio. En las filas de nuestras fuerzas participan mujeres de todo tipo de orígenes religiosos y étnicos, que se informan sobre el paradigma de una nación democrática y se organizan de acuerdo con él.
Para muchas, esto ha supuesto grandes cambios personales de actitud y ha transformado verdaderamente las mentalidades retrógradas con las que todas hemos sido educadas en mayor o menor grado. En la práctica, esto se ha hecho realidad hoy: gran parte de las YPJ está formado por mujeres árabes y mujeres de origen cristiano, yazidí u otros.
Todas se organizan para vivir la verdad de sus propias identidades y para luchar en común por la libertad. Podemos verlo en la valiente personalidad de las jóvenes de hoy. Superan los lastres de las tradiciones y de los Estados-nación capitalistas y crean alternativas.
Hemos conocido a varias de nuestras amigas de las YPJ que están pasando por este proceso. Han asumido papeles en la autodefensa de su patria común, en unidades de armas pesadas, en fuerzas de operaciones, en los medios de comunicación y en la organización de la guerra popular revolucionaria. Pero, ante todo, asumieron la responsabilidad de cambiarse a sí mismas y a la sociedad. Para demostrarlo, hemos entrevistado a cuatro de ellos. Cada una de ellas representa una parte de la realidad vivida y de la historia de las YPJ.
Las entrevistas se pueden consultar en este enlace.