En las provincias del norte de Kurdistán de Van, Bitlis, Muş y Hakkari, 444 áreas de asentamiento están actualmente aisladas del mundo exterior debido a las fuertes nevadas. Los senderos y caminos están nevados y en algunos lugares helados, ni las áreas residenciales son accesibles ni se pueden dejar las aldeas. La vida pública ha llegado a un punto muerto virtual. Además, las autoridades advierten sobre un mayor peligro de avalanchas.

No solo se ven afectadas las zonas rurales de las provincias. La nieve también está causando problemas masivos en los centros de las ciudades. Solo en la provincia de Van, 211 pueblos están atrapados en las masas blancas, en Hakkari el número de aldeas cubiertas de nieve es 40. Además, en al menos 126 aldeas no hay caminos que puedan pasar.