En Iraq, casi 550 personas han sido asesinadas desde el comienzo de las protestas críticas al gobierno hace cuatro meses. Esto fue anunciado el viernes por la Comisión de Derechos Humanos elegida por el Parlamento iraquí. Entre los muertos había 17 fuerzas de seguridad, mientras que todas las demás víctimas eran manifestantes o activistas. 276 de ellos fueron asesinados solo en la capital, Bagdad.

Más de 2.700 personas fueron arrestadas, 328 de ellas aún están en prisión. Además, 72 iraquíes han desaparecido sin dejar rastro, su destino es desconocido.

Desde principios de octubre, el gobierno iraquí no ha publicado ninguna estadística sobre víctimas mortales, heridos o arrestos en relación con las manifestaciones. Según los médicos, unas 30,000 personas han resultado heridas desde que comenzaron las protestas. Muchas víctimas han resultado heridas o muertas por disparos.

El movimiento de protesta iraquí acusa tanto a las fuerzas de seguridad y grupos armados como a las alas militares de los partidos políticos de usar la fuerza contra los manifestantes. Las Naciones Unidas culpan a las milicias no identificadas por gran parte de los asesinatos, secuestros y amenazas asociadas con las protestas. El gobierno iraquí niega que las fuerzas de seguridad estén disparando a las manifestaciones.

Desde el 1 de octubre, ha habido protestas en todo Iraq contra la élite política, la mala gestión, la corrupción y el alto desempleo. El primer ministro Adel Abd al-Mahdi renunció a fines de noviembre, pero permaneció en el cargo temporalmente hasta el sábado pasado. Hace una semana, el ex ministro de Comunicaciones, Mohammed Tawfiq Allawi, fue designado primer ministro. Prometió proteger a los manifestantes.

El parlamento iraquí probablemente votará sobre la candidatura de Allawi en su próxima sesión. Después de eso, tiene 30 días para formar un gobierno.