Durante la actividad, que se desarrolló en Sabor Latino, se proyectó el documental “Şoreşa Jin” (La Revolución de las Mujeres), realizado por el Kongra Star, la principal organización de mujeres de Rojava (Kurdistán sirio).


En la charla se explicó la larga historia del pueblo kurdo, surgido en Mesopotamia, región de Medio Oriente, hace miles de años. También se explicó que en ese territorio siempre hubo una convivencia de diferentes pueblos y religiones, algo que fue trastocado con la creación de los Estados-nación bajo la tutela de Gran Bretaña y Francia, y posteriormente Estados Unidos.
Según las representantes kurdas, su tierra, que nunca pudo conformarse como país, fue colonizada y el pueblo, pese a las persecución constante de los Estados turcos, sirio, iraní e iraquí, siempre sostuvieron su organización comunal. También advirtieron que la sociedad kurdo sufre hasta el día de hoy un genocidio sistemático.


Dilda y Aida contaron la historia del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), fundado en 1978 bajo el liderazgo de Abdullah Öcalan, y su posterior desarrollo político, ideológico y social. Dejaron en claro que desde el primer día, en el PKK se discutió y desarrolló la línea de la liberación de las mujeres como prioridad, aunque hubo reticencias y resistencias para aceptarla.
Durante la charla se explicó que Öcalan siempre apostó por una transformación profunda de la mentalidad de los kurdos y las kurdas, porque con los cambios materiales surgidos de la lucha no alcanzaba para la liberación total del pueblo. De esta forma, se puede cortar, según el líder kurdo, la reproducción de prácticas estatales arraigadas en la población.


A su vez, destacaron que Öcalan -encarcelado desde 1999 en la isla-prisión de Imrali, en Turquía- siempre vio la lucha de las mujeres como garantía de la liberación del pueblo kurdo. Según las ponentes, el líder kurdo rescató enseñanzas ancestrales de Medio Oriente y las incluyó en el nuevo paradigma del Movimiento de Liberación de Kurdistán, que en la década de 1990 dejó de luchar por la creación de un Estado-nación independiente kurdo, para construir una confederación de pueblo. Las propuestas de “confederalismo democrático” y “nación democrática” son los aportes fundamentales de Öcalan no solo para su movimiento, sino también para la lucha de los pueblos.


Dilda y Aida reflexionaron que a más autonomía de base, más se debilita el Estado, una iniciativa que los y las kurdas llevan adelante hace más de diez años en Rojava y el norte y el este de Siria. Para llegar a una autonomía democrática, según lo propuesto por Öcalan, existen dos vías: generar organización comunal en todos los ámbitos y avanzar con conquistas legales dentro del Estado, o declarar la autonomía de forma unilateral, como sucedió en Rojava.
Para las representantes kurdas, el Movimiento de Liberación de Kurdistán y Öcalan plantaron en Medio Oriente la semilla de un sistema socialista que tiene a las mujeres en el centro de la lucha.
FUENTE: Kurdistán América Latina