El 5 de marzo la Antropóloga kurda Dilan Bozgan, que vive en Argentina hace 6 años, donde se doctoró en Antropología Social en la Universidad Nacional de San Martín, caminaba junto a otra persona de regreso a su casa. Estaban conversando en turco, cuando un hombre la atacó a ella repentinamente. Primero le hizo un comentario xenófobo y luego la golpeó en un ojo, con tanta fuerza que la hizo sangrar. 

Dilan Bozgan dialogó con ANF sobre lo sucedido: “Yo estaba caminando con una persona por la calle, hablando en turco, a una cuadra de mi casa, el pasado 5 de marzo. Aparece un hombre. Hablaba en inglés. De repente y de la nada, esa persona empezó a decir cosas xenófobas y machistas, y me golpeo fuertemente en un ojo dejándome lastimada. Sólo a mí, a la persona que venía conmigo no la agredió. Yo estaba sangrando, llamamos a la policía, que demoró en venir, y una vez que la policía llegó demoró un tiempo más hasta que se llevaron detenido a mi agresor".

"Durante todo ese tiempo, esta persona no se intentó ir y en todo momento me decía: 'Te estoy haciendo un favor, te estoy dando un mensaje, ustedes las mujeres están viviendo en un mundo de fantasía'. Cuando la policía llegó el hombre comenzó a hablar en castellano. A mí me hablaba en inglés y a la policía en castellano, eso me llamó mucho la atención”, siguió relatando Dilan y agregó que ella siente que “había una intención concreta de atacarme a mí, me decía que él me estaba abriendo los ojos, que me estaba dando un mensaje y que esto tenía que terminar, que se lo iba a agradecer. Realmente siento que es un ataque dirigido hacia mi persona”.

En muchas ocasiones las mujeres kurdas en el mundo han sufrido ataques, como muchas mujeres en el mundo, espor esto que según detalla Bozgan, la denuncia por violencia de género ya está radicada en la justicia argentina, donde la antropóloga se ha constituido como querellante: “Siento que este ataque está relacionado con la violencia que sufrimos que las mujeres y también las mujeres kurdas”. 

“Cuando la policía lo esposo, le decía que cómo podían esposarlo a él si él era argentino y yo era extranjera. También repetía sin cesar que él no era débil y que no le iba a pasar nada. Me sentí vulnerable porque él se mostraba con mucha seguridad de impunidad y repetía que esto era un mensaje para mí”, expresó finalmente Dilan Bozgan.