Como parte de las reuniones "Contra la pobreza de las mujeres", el Consejo de Mujeres del HDP se reunió con mujeres en Antep.

La delegación visitante incluía a la portavoz de la Asamblea de Mujeres del HDP, Ayşe Acar Başaran, así como a las diputadas del HDP Ayşe Sürücü y Nuran Imir.

Después de hablar con las mujeres que trabajan por piezas en sus casas, el grupo se reunió en el edificio de la Organización del Distrito de Şahinbey del partido.

Fatma Beçet, madre de Ayten Beçet, que prendió fuego a su cuerpo en la prisión cerrada de Gebze, donde se encontraba para protestar por el aislamiento impuesto al líder del pueblo kurdo Abdullah Öcalan, y miembros del Consejo de Madres por la Paz fueron algunos de los asistentes a la conferencia.

"Antep es una ciudad muy importante para nosotros" dijo el diputado del HDP Şırnak Nuran Imir añadiendo: "Hemos pagado un alto precio por la libertad. Hemos luchado y seguiremos luchando contra la opresión que ha sido considerada como un destino para las mujeres durante generaciones en todos los ámbitos. No podrán vencernos porque somos el pueblo". 

Imir continuó: "Las mujeres están al frente del proceso de crecimiento de la lucha. Nunca cedieron a la presión. Tenemos cero expectativas de quienes nos dejan en la pobreza". El caos comenzó cuando se cerró la puerta de Imrali. Por mucho que lo intenten, no podrán detenernos".

La portavoz del Consejo de Mujeres del HDP, Ayşe Acar Başaran, llamó la atención sobre la corrupción, la crisis económica y la pobreza y dijo: "Lanzamos una campaña para luchar contra esto. Nos pusimos en marcha con las palabras 'justicia para todos, justicia para las mujeres'. Las mujeres son víctimas de la injusticia en todo el mundo. Las mujeres son asesinadas, pero los asesinos no son condenados. Cuando las mujeres aspiran a ser libres, son sometidas a la violencia. Las mujeres trabajan duro, pero no se les recompensa por sus esfuerzos".

Afirmando que visitaron 18 ciudades en el marco de los encuentros "Contra la pobreza de las mujeres", Başaran dijo: "Nos reunimos con cientos de otras mujeres que se encuentran en las mismas circunstancias que nosotras. Las mujeres trabajan día y noche, pero no pueden ganarse la vida. Las mujeres no están condenadas a la pobreza. Es una política del Estado. Si nos unimos contra eso, podemos fortalecer nuestra lucha. Podemos apoyarnos mutuamente porque el sistema no tiene nada que ofrecer. Nuestra organización es nuestra protección. Tenemos que organizarnos para empezar una nueva vida".