Debido a la fuerte lluvia y tormenta que azotó en Hatay, las víctimas del terremoto una vez más sufrieron mucho. Especialmente en el distrito de Samandağ, los campamentos de tiendas establecidas por AFAD se inundaron y las tiendas quedaron inutilizables. Tras haber experimentado los mismos agravios hace una semana, los ciudadanos volvieron a protestar por el hecho de que las autoridades no tomaran ninguna precaución.

"Ningún funcionario vino a ayudar".

El campamento de tiendas construida por AFAD en Samandağ Deniz Mahallesi se inundó. Las víctimas del terremoto, que intentaron salvar sus pocas pertenencias de las tiendas y drenar el agua por sus propios medios, protestaron. Subrayando que las tiendas quedaron destruidas por la lluvia, uno de los supervivientes del terremoto, Filiz Baştürk, declaró a ANF: "Llovió, la tienda quedó así. Todas nuestras pertenencias se mojaron, nos quedamos sin nada. Ningún funcionario vino a ayudarnos. Aquí estamos solos. No sabemos dónde dormir. Tuvimos la misma situación hace una semana. Pero no se encontró ninguna solución. Ahora necesitamos un refugio".

'¡Tiendas levantadas en el lugar equivocado!'

Süleyman Başaran, que intentó alzar su tienda sobre el suelop ara que no volviera a inundar, subrayó que los que instalaron esas tiendas eran culpables. Explicando que tuvieron que levantar la parte central del terreno antes de montar las tiendas, Başaran dijo: "Los lados derecho e izquierdo de esta zona son más altos que donde están instaladas las tiendas. Por eso, cuando llueve, la parte central del campo se convierte en una especie de charco. Ahora necesitamos contenedores porque esto no es más que la miseria en la que vivimos", dijo.

Las tiendas están abarrotadas

Shirin Daduk dijo que las tiendas están abarrotadas. Seis personas se alojan en una tienda, dijo Daduk, añadiendo: "Somos seis personas en un lugar minúsculo. Por si fuera poco, ahora la tienda se inundó debido a la lluvia. Había peligro de que la tormenta se llevara las tiendas. Nos pidieron que aseguráramos las tiendas. Pero, ¿con qué las aseguramos? Si al menos hubiera un contenedor, estaríamos mejor".

Sevim Yatkın, cuya tienda también se inundó, dijo: "Si el Estado nos hubiera echado una mano, hubiera traído un contenedor grande o hubiera montado nuestras tiendas en un terreno alto, este lugar no se habría inundado". Daduk dijo: "Que Dios no inflija tanto dolor a mi enemigo. "

Gönül Demir, superviviente del terremoto y cuya hija tiene una discapacidad del 90%, protestó por el abandono del Estado. "Nadie se preocupa por la gente. No ha venido ningún funcionario. Quieren matar a la gente igual que la dejaron morir en el terremoto. Nadie vino a decirnos ¿qué estás haciendo? ¿Has muerto o estás vivo? Tengo una hija discapacitada y llevo toda la noche luchando. Intento poner piedras en los laterales de la tienda para que no se la lleve el viento".