El Caso Kobanê se inició en 2020 contra 108 personas, entre ellas los antiguos co-presidentes del HDP, el Sr. Selahattin Demirtaş y la Sra. Figen Yüksekdağ, la actual co-presidenta, la Sra. Pervin Buldan, varios diputados y alcaldes actuales y anteriores del HDP, y todos los miembros de la Junta Ejecutiva Central del HDP de 2014.

Este caso se inició como contraataque del gobierno turco apenas dos semanas después de que la Gran Sala del Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictara sentencia firme exigiendo la liberación inmediata de Selahattin Demirtaş. La acusación en el Caso Kobanê se basa en un mensaje de Twitter publicado por el HDP el 6 de octubre de 2014. En él se convocaban protestas democráticas en solidaridad con el pueblo de Kobanê, la ciudad kurda del norte de Siria que luchaba contra los ataques del ISIS, y también contra el embargo de Turquía a la ciudad. El fiscal pide para todos los acusados 38 cadenas perpetuas agravadas (sin libertad condicional) por los delitos de "destrucción de la unidad del Estado y la integridad del país" y "asesinato premeditado" de las personas que perdieron la vida en las protestas de Kobanê. Diecisiete políticos están actualmente en prisión preventiva por este caso.

El caso Kobanê está estrechamente relacionado con el caso de cierre presentado contra el HDP, para el que sirve de pretexto. En el caso de cierre, la acusación se basa principalmente en el supuesto papel y responsabilidad del HDP en los muertes ocurridos durante las protestas de Kobanê en 2014. Debemos subrayar que la Gran Sala del TEDH ya examinó estas alegaciones en el caso de Selahattin Demirtaş y concluyó que ni Demirtaş ni el HDP tuvieron responsabilidad alguna en los muertes.

El co-portavoz del Partido de la Izquierda Verde, Ibrahim Akın, dijo sobre el Caso Kobanê que se trata de un "caso de conspiración política" y subrayó los ataques contra Kobanê y la resistencia planteada en ese momento.

Akın dijo: "El derecho internacional ha dicho realmente que las declaraciones hechas en el momento de la invasión de Kobane eran expresiones democráticas de opinión. Este juicio es ilegal e ilícito. Es el resultado de la política hostil del régimen palaciego. Nuestros amigos no son los procesados. Gracias a su defensa, de hecho están enjuiciando abiertamente este juicio ilegal. En otras palabras, están juzgando al régimen del AKP, al régimen fascista autoritario del AKP".

"Este caso es un caso inventado para el cierre del HDP, como lo demuestra el hecho de que se abrió 6 años después del presunto delito. Nuestros amigos llevan casi 3 años en prisión. Mantenerlos en prisión no hará más que exponer a Turquía como lo que es, un régimen brutal. Estamos intentando resistir. Seguiremos buscando nuestros derechos, estableciendo justicia y luchando por la justicia para todos", dijo Akin.