Conmemoración de las víctimas de la masacre de Maraş

En Maraş se han conmemorado las víctimas de la masacre anti-Alevi de hace 41 años. Según cifras oficiales, 111 personas murieron en los ataques, según cifras no oficiales hasta 1.000 personas.

En diciembre de 1978 tuvo lugar una masacre por parte de paramilitares turcos de extrema derecha contra los alevíes en la ciudad de Maraş (kurdo: Gurgum): la masacre de Maraş. Durante días una muchedumbre fascista se lanzó con consignas como "Quien mata a un alevita va al paraíso". Las casas y tiendas de los alevíes y de los izquierdistas, que antes habían sido marcadas con una cruz, fueron asaltadas, las tiendas destruidas y las mujeres violadas. El Estado no intervino durante días y en su lugar observó. Según las cifras oficiales, 111 personas murieron en los ataques, según cifras no oficiales hasta 1.000 personas. Un monumento conmemorativo en la ciudad, ahora casi exclusivamente habitado por turcos suníes, sigue sin existir hoy en día.

Han pasado 41 años desde el pogrom. Hoy las víctimas fueron conmemoradas en la ciudad. Cientos de personas se reunieron en el distrito de Yörükselim y marcharon con una pancarta con fotos de las víctimas hasta el Erenler Cemevi (lugar de culto aleví). Representantes de varias organizaciones alevíes de Turquía y Europa, así como miembros del HDP y del CHP participaron en la ceremonia de conmemoración.

En nombre de los organizadores, Müslüm Ibili, presidente de la asociación cultural Erenler, explicó en un discurso que el pogromo de Maraş no sólo afectaba a la comunidad aleví sino que concernía a "todas las personas con conciencia".

El diputado del HDP Kemal Peköz llamó al gobierno a afrontar el pogrom: "Seguimos sacando a relucir esta y otras masacres dentro y fuera del parlamento. Se nos dice que no abramos esta herida de nuevo, pero esta herida nunca ha dejado de sangrar. Ha sangrado desde Koçgiri, desde Ağrı y Zilan, sigue sangrando en Sivas, Gazi y Roboski. Y con las políticas actuales, se están abriendo nuevas heridas. No queremos abrir viejas heridas, queremos que el gobierno se enfrente a ellas y que no se abran nuevas heridas".

Después de los discursos se encendieron velas y se colocaron claveles. El evento de conmemoración terminó con un Semah, la danza de oración de los Aleví.